Hinchas protagonizaron enfrentamientos violentos tras el pitazo final en Medellín.
La celebración de la final de la Copa BetPlay 2025 entre Atlético Nacional e Independiente Medellín se convirtió en un episodio de violencia que empañó el título verdolaga en el estadio Atanasio Girardot. Tras el pitazo final, grupos de hinchas de ambos equipos protagonizaron graves disturbios en la cancha y las tribunas, con escenas que fueron captadas en múltiples videos que circulan en redes sociales.
Disturbios y enfrentamientos dentro del escenario
Lo que comenzó como una fiesta tras el triunfo 1-0 de Atlético Nacional, con gol de Andrés Felipe Román, terminó en una batalla campal entre seguidores de Medellín y Nacional, quienes invadieron el campo de juego y se enfrentaron físicamente utilizando objetos contundentes, bengalas y palos. Las autoridades tuvieron que intervenir con gases lacrimógenos para intentar controlar la situación dentro del estadio.
Lesionados y caos fuera del campo
Según reportes preliminares, más de 50 personas resultaron lesionadas durante los desórdenes que se extendieron hasta los exteriores del estadio, donde la policía también tuvo que actuar para dispersar a los aficionados más violentos. Entre los afectados se incluyen colaboradores y periodistas que cubrían el evento, quienes también fueron agredidos mientras cumplían su labor profesional.
Premiación pospuesta y críticas de autoridades
La ceremonia de premiación del campeón se vio obligada a posponerse ante la incapacidad de garantizar la seguridad de los jugadores y el público. Más tarde, tras el control del orden, Atlético Nacional pudo recibir su trofeo en un estadio prácticamente vacío. Las autoridades locales, incluido el alcalde de Medellín, han rechazado enérgicamente los hechos y anunciaron sanciones contra los responsables y potenciales medidas para los clubes implicados.
Reacciones en redes y llamado a sanciones
Los videos difundidos en redes sociales mostraron la magnitud del caos: aficionados lanzando objetos hacia la cancha, invasiones de espacio restringido y enfrentamientos directos entre barras organizadas. La violencia ha encendido el debate sobre la seguridad en los clásicos regionales y la necesidad de medidas más estrictas para evitar que episodios como este se repitan.