El Ministerio de Relaciones Exteriores continúa impulsando la diplomacia comunitaria en Nariño, donde lideresas indígenas, rurales y urbanas de Cumbal, Ipiales y Samaniego se han convertido en protagonistas de iniciativas de: paz, reconciliación, seguridad humana y cooperación en la frontera sur de Colombia.
Bajo la orientación del viceministro de Asuntos Multilaterales, Mauricio Jaramillo Jassir, y con el respaldo de la ministra Rosa Yolanda Villavicencio, esta apuesta consolida una visión de política exterior basada en el cuidado de la vida y el reconocimiento de los territorios como actores diplomáticos.
Esta estrategia transforma la relación entre el Estado y las comunidades: ya no son solo receptoras de intervención institucional, sino voceras de soluciones, conocimiento y autoridad territorial frente a las dinámicas de frontera. A lo largo de 2025, esta línea de trabajo llegó a distintos departamentos del país, siendo Nariño uno de los ejes principales, con acompañamiento de misiones diplomáticas y de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos.
La Diplomacia Comunitaria se implementa en Cumbal, Ipiales y Samaniego (Nariño), territorios priorizados por su contexto transfronterizo con Ecuador y su alineación con la agenda Mujeres, Paz y Seguridad.
En Samaniego, una de las zonas más afectadas por la violencia, la Mesa Municipal de Mujeres ha impulsado la política pública de género vigente desde 2009, acompañando a víctimas, liderando acciones de memoria y promoviendo el desminado humanitario.
En Cumbal, se articulan esfuerzos con autoridades indígenas, Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia y Organización de Estados Americanos para posicionar el cuidado comunitario como base de la seguridad humana en la frontera.
En Ipiales, la Cancillería fortaleció el trabajo conjunto con Migración Colombia, la Defensoría del Pueblo y agencias internacionales para mejorar la protección, particularmente de mujeres, niñas y adolescentes para avanzar en la implementación territorial de la Resolución 1325.
En el próximo año, la Cancillería ampliará la presencia de esta estrategia en nuevos territorios. Nariño mantendrá un rol estratégico en la construcción de paz, la cooperación transfronteriza y el fortalecimiento de la seguridad humana como eje de la política exterior del país.
