La última etapa de La Vuelta a España 2025, que debía culminar este 14 de septiembre en Madrid con un recorrido ceremonial por el centro de la capital, fue cancelada de manera abrupta debido a masivas protestas propalestinas que bloquearon el trayecto.
Miles de manifestantes (cifrados en hasta 100.000 por el Gobierno español) irrumpieron en calles clave como Gran Vía, Callao, Atocha y Paseo del Prado, derribando vallas de seguridad e impidiendo el avance del pelotón a unos 56-60 km de la meta en Cibeles.
La organización neutralizó la etapa, escoltó a los ciclistas hasta la zona de equipos y declaró finalizada la carrera sin podio oficial ni entrega de maillots en la capital.
Las protestas, que se intensificaron contra la participación del equipo Israel-Premier Tech y en denuncia de la ofensiva israelí en Gaza, generaron tensiones: hubo cargas policiales con balas de goma, al menos dos detenidos por desórdenes públicos y 22 agentes heridos con contusiones.
Políticos como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, culparon al Gobierno de Pedro Sánchez de «alentar» las manifestaciones, calificándolo de «ridículo internacional».
Por su parte, figuras como Ione Belarra (Podemos) celebraron el bloqueo como un acto de «dignidad» contra el «genocidio». Israel, a través de su ministro de Exteriores Gideon Sa’ar, acusó a Sánchez de incitar la «turba» y tildó el incidente de «vergüenza para España».Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike) fue declarado ganador general de la 80ª edición, su primera Vuelta, con un margen de 1:42 sobre Primož Roglič.
El equipo Israel-Premier Tech, pese al hostigamiento durante las tres semanas, finalizó quinto en la general por equipos. Este cierre caótico marca un precedente histórico para la prueba, que tradicionalmente desfila triunfal por Madrid.


