Cambio Radical mueve fichas en Nariño

La presentación de la lista de Cambio Radical a la Cámara de Representantes por Nariño no es un simple trámite electoral. Es, en realidad, una señal política en un departamento donde las lealtades partidistas son frágiles, el voto es cada vez más volátil y los partidos tradicionales luchan por no perder terreno frente a nuevas narrativas y movimientos emergentes.

La lista es encabezada por Andrés Zúñiga Solarte, un nombre conocido en la política regional. Exdiputado y exsecretario de Gobierno de Nariño, Zúñiga representa la línea de continuidad institucional de Cambio Radical en el departamento. Su liderazgo recoge las banderas que durante años sostuvo Gilberto Betancourt, figura clave de la colectividad, y busca mantener vigente un proyecto político que apuesta por la experiencia administrativa como valor central.

No es menor el dato de que su candidatura haya logrado acercamientos y respaldos de sectores del Nuevo Liberalismo. En un escenario político fragmentado, estos gestos hablan de una estrategia pragmática: sumar sinergias, ampliar base electoral y construir una narrativa de gobernabilidad más allá de las fronteras partidistas tradicionales.

La lista, sin embargo, no se limita a una figura principal. Está conformada por Hansel Benavides, Yisela Martínez, Melissa Bastidas y Camilo Pabón, perfiles que el partido presenta como una combinación de juventud, trabajo territorial y renovación. En un departamento con profundas brechas sociales, inseguridad persistente y una relación compleja con el Estado central, esta mezcla busca responder a una demanda ciudadana clara: representantes que conozcan el territorio y no lleguen al Congreso como figuras ajenas a la realidad local.

Desde el discurso oficial, Cambio Radical insiste en una política cercana a la ciudadanía. El reto será convertir ese mensaje en hechos verificables durante la campaña.
Más allá de los nombres, lo que empieza a perfilarse en Cambio Radical es una lista disciplinada, consciente de que en Nariño las curules no se ganan con discursos sino con sumatoria ordenada, alianzas bien calculadas y presencia territorial constante. No se trata de una apuesta improvisada ni testimonial, sino de una estructura que entiende sus límites y, precisamente por eso, se mueve para ampliarlos.

En los corrillos políticos del departamento se habla de un trabajo silencioso para tejer acuerdos con sectores independientes y liderazgos locales, sin estridencias ni anuncios prematuros. Una estrategia que apunta a consolidar votos reales, no adhesiones simbólicas. La lista sabe que no puede caminar sola y que la clave estará en sumar apoyos municipio por municipio, evitando la dispersión y maximizando cada voto.

Ese nivel de disciplina interna poco común en campañas regionales podría convertirse en su principal fortaleza. En un escenario altamente competitivo, donde el margen para el error es mínimo, la organización, la claridad de roles y la capacidad de hacer alianzas pueden marcar la diferencia entre quedarse en la orilla o alcanzar una curul.

La apuesta de esta lista también debe leerse en clave de reposicionamiento. Cambio Radical ha tenido históricamente una presencia intermitente en el sur del país y sabe que, sin una estructura territorial sólida, el riesgo de diluirse en medio de alianzas coyunturales es alto. Por eso, esta nómina parece diseñada para resistir dos tensiones: conservar el voto tradicional del partido y, al mismo tiempo, seducir a sectores independientes cansados de los mismos nombres.

Con esta lista, Cambio Radical inicia su recorrido electoral en Nariño . La campaña pondrá a prueba si la experiencia de sus figuras principales logra dialogar con una ciudadanía que exige renovación real, resultados concretos y representación efectiva en el Congreso.