En mis épocas de estudiante, para ir al colegio, como a la universidad, tuve que patonear mucho por dos circunstancias: la primera por falta de dinero y la segunda por que el sistema de transporte era escaso.
A mis 17 años adquirí una bicicleta que me ayudada a llegar rápido a mi lugar de estudio o trabajo, a los 23 con muchísimos esfuerzos entre al exclusivo club de los motorizados, adquirí una moto en $40 mil; a los 28 empecé a transportarme en cuatro ruedas, en un Renault 4 que compré en $200 mil.
Mi papá fue un viejo camionero que cuando compre el Renault 4, se ofreció a darme el curso de conducción gratuito en una abandonada pista aérea en Jongovito, aquí en menos de 30 minutos me enseñó las técnicas de conducción, cómo encender el motor, cómo embragar y cómo poner los cambios.
En 1985 me dijo que para que el carro arranque bien, hay que poner el cambio en primera; porque si intentaba arrancar con el cambio en segunda o tercera, el carro se me apagaba. Me costó trabajo aprender la lección, pero lo hice. Hoy enciendo mi carro y empiezo poniendo el cambio en primera.
Esta lección que me dio mi padre fue la que motivó la suspensión del alcalde de Medellín. Él, como mi fallecido padre, sentado en un vehículo cualquiera hizo un video indicando que para arrancar bien hay que poner el cambio en primera. Este hecho molestó a la procuradora nacional y suspendió al funcionario argumentando que con esta actitud estaba participando en política.
Esto puede ser cierto, porque el cambio en primera es el slogan de la campaña de Petro a la Presidencia; quien se ha puesto como meta ganarla en la primera vuelta. Hecho que está a apunto de lograrlo, si las encuestas no mienten.
Si la procuradora midiera con el mismo rasero a todos los funcionarios públicos la medida estuviese bien tomada, lo molesto es que lo haga con uno de los más visibles seguidores del Pacto Histórico. ¿Qué diría mi padre si el joven alcalde Medellín intentara arrancar en reversa?
POR: VÍCTOR RIVAS MARTÍNEZ.