Cambio de la Senda del Carnaval en Pasto: Una Decisión Controvertida que Afecta la Identidad Cultural y la Seguridad

La reciente decisión de CorpoCarnaval y la Alcaldía de Pasto de modificar la histórica ruta del Carnaval de Negros y Blancos ha generado una oleada de críticas y preocupación entre los habitantes de la comuna siete y otros sectores de la ciudad. Este evento, que desde 2009 ostenta el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad otorgado por la UNESCO, es una celebración profundamente arraigada en la identidad cultural de Pasto y del pueblo nariñense. Cambiar la ruta, establecida y adaptada para este evento a lo largo de los años, parece, para muchos, una alteración injustificada de un recorrido que forma parte de la esencia misma del carnaval.

La nueva senda descendería por la Avenida Mijitayo, una vía con pendientes de hasta 6,6%, mucho más pronunciadas que el recorrido tradicional, cuya inclinación promedio no supera el 1,5%. Este cambio plantea serios riesgos tanto para los artistas y danzantes, quienes desfilan a pie o en zancos, como para los vehículos que transportan las emblemáticas carrozas del carnaval, cuyo sistema de frenos podría verse comprometido en esta pendiente. Los cultores del carnaval, aunque han mostrado su inconformidad, se encuentran en una posición delicada al depender económicamente de las entidades organizadoras. La «fatiga y el cansancio» mencionados por ellos reflejan una preocupación genuina sobre la viabilidad y seguridad de este recorrido.

Además, la Avenida Mijitayo atraviesa una zona con riesgos geológicos y ambientales significativos, según el Plan de Ordenamiento Territorial y el Servicio Geológico Colombiano. Esta área está clasificada como de alta amenaza volcánica, especialmente por su cercanía al Volcán Galeras y a la quebrada Mijitayo. La modificación del recorrido expondría a miles de personas a un peligro innecesario, algo que no se puede pasar por alto, considerando que la preservación de vidas humanas y la seguridad ciudadana son prioridades básicas.

La afectación al medio ambiente es otro de los puntos controvertidos en esta decisión. La avenida propuesta cuenta con una vegetación frondosa y árboles de gran tamaño, cuya poda indiscriminada se solicitó para permitir el paso de las carrozas, lo cual compromete la biodiversidad de la zona. Los vecinos advierten que esta poda masiva afectaría especies endémicas y destruiría áreas verdes que están en simbiosis con el Santuario de Flora y Fauna del Volcán Galeras, mandando un mensaje de desprecio hacia la sostenibilidad y el respeto ambiental en una era en la que los paradigmas de desarrollo están cambiando.

El nuevo recorrido también afectaría la Avenida Panamericana, un eje vial que une a la ciudad de norte a sur y que juega un papel crucial en el flujo del tráfico y la respuesta de servicios de emergencia. La interrupción de esta vía no solo afectaría a quienes se desplacen dentro de la ciudad, sino que también obstaculizaría una ruta de evacuación en caso de emergencias.

Este cambio en la senda, que carece de razones claras y justificadas, pone en riesgo la esencia cultural del carnaval y amenaza los derechos de los habitantes de Pasto a participar en una celebración segura y auténtica. Los residentes de la comuna siete y defensores del patrimonio cultural de la ciudad han solicitado urgentemente a las autoridades reconsiderar esta decisión, apelando a que se respete el recorrido tradicional que no solo es más seguro, sino que también forma parte de la memoria colectiva de la comunidad. La preservación de este trayecto no es un capricho, sino un acto de responsabilidad hacia las tradiciones, la seguridad y el medio ambiente.