Una situación dolorosa y llena de incertidumbre se vive actualmente en el municipio de La Unión, en el norte del departamento de Nariño, donde las autoridades reportaron el asesinato de un joven identificado como Willy Gómez Valencia, de 27 años de edad, oriundo de Cali, Valle del Cauca.
El cuerpo del joven fue hallado sin vida en la vereda La Playa, una zona rural ubicada a pocos kilómetros del casco urbano de La Unión, conocida por ser un área de paso, pero también por la creciente preocupación de los habitantes frente a la inseguridad que se ha incrementado en los últimos meses. Según fuentes preliminares, Gómez Valencia fue víctima de un ataque violento, aunque no se han revelado detalles oficiales sobre la manera en que fue asesinado ni sobre posibles móviles del crimen.
Alarmas
Su cadáver fue trasladado hasta la morgue del Hospital Eduardo Santos, donde permanece sin ser reclamado, situación que ha prendido las alarmas de las autoridades y ha generado un llamado urgente a la comunidad, tanto local como nacional.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de La Unión ha solicitado la ayuda de la ciudadanía para ubicar a los familiares del joven fallecido, quienes posiblemente residan en el Valle del Cauca o en otras regiones del país. Hasta el momento, no se ha logrado establecer contacto con ningún pariente cercano.
Para cualquier persona que pueda aportar información que conduzca a dar con sus seres queridos, se han dispuesto los siguientes números de contacto: 322 394 4978, 317 441 2114.
Violencia en escala
Este caso no solo representa una tragedia humana individual, sino que también pone de relieve una problemática más profunda: la vulnerabilidad de los jóvenes que, por diversas razones —migración, búsqueda de empleo o desplazamiento forzado— terminan solos en zonas rurales, muchas veces sin redes de apoyo o sin que se conozca su paradero.
De acuerdo con fuentes comunitarias, algunos habitantes de la zona rural donde ocurrió el hallazgo señalaron haber visto al joven en días anteriores, pero no pudieron precisar con quién se movilizaba ni qué hacía en la región. Esta falta de contexto refuerza el misterio que rodea las circunstancias de su muerte y la necesidad de una investigación a fondo por parte de las autoridades. Mientras tanto, en la morgue del hospital local, el cuerpo de Willy Gómez Valencia espera por una sepultura digna y por el abrazo final de su familia, que aún no ha sido informada o no ha podido llegar hasta La Unión. El dolor de esta situación también ha calado en el personal médico, forense y policial que, pese a su experiencia, no deja de conmoverse ante casos como este, en los que la muerte viene acompañada del silencio y el olvido.