Bulla y desordenes en bares de Villavicencio

La problemática del ruido en la ciudad continúa siendo un asunto de preocupación para muchas comunidades, especialmente en barrios como el Pinilla y San Benito de Villavicencio, donde la comunidad ha manifestado su malestar y pide mayor presencia e intervención de las autoridades para garantizar la tranquilidad y el bienestar de sus residentes.

Acciones

En un esfuerzo conjunto, la Secretaría de Gobierno y Posconflicto, en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y la Policía Nacional, han intensificado sus acciones de control en los establecimientos comerciales de diferentes sectores de la ciudad, buscando reducir los niveles de ruido que afectan la convivencia ciudadana.

Suspensiones

Recientemente, en la Comuna 5, las autoridades realizaron la suspensión temporal de dos establecimientos nocturnos que superaban los límites permitidos de decibeles, según las mediciones realizadas. Asimismo, en la Comuna 4, otro establecimiento fue cerrado tras ser hallado un menor de edad en su interior, lo que también constituye una irregularidad que las autoridades buscan erradicar.

Llamado

Autoridades han hecho un llamado a los comerciantes para que cumplan con la documentación reglamentaria y respeten los límites de ruido establecidos por la ley. “Realizamos mediciones de decibeles y, en dos casos, se suspendieron las actividades porque estaban superando los límites permitidos para los sectores residenciales”, expresó Edna Hurtado, directora de Justicia de Villavicencio.

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Las autoridades también han brindado recomendaciones a los administradores de los establecimientos para que mantengan en orden y al día toda la documentación requerida por la ley, con el fin de evitar sanciones y contribuir a una convivencia pacífica en la ciudad.

Según la tabla de clasificación del uso del suelo establecida en el Plan de Ordenamiento Territorial de Villavicencio, los decibeles permitidos varían según la ubicación del negocio. Para los sectores residenciales, los límites son de 55 decibeles en horario nocturno y 65 decibeles en horario diurno. Sin embargo, en barrios donde la comunidad ha reportado niveles excesivos de ruido, estas cifras parecen no ser respetadas, generando incomodidad y afectando la calidad de vida de los habitantes.