Por: Carlos Álvarez.
Mintransporte anunció la semana pasada desarrollo de infraestructura para Nariño. Muchos años ha esperado la gente nariñense que se haga justicia con el departamento centenariamente olvidado. Parece que le ha llegado la hora con el gobierno del presidente Petro de reivindicar la historia de marginamiento desde aquella noche nefasta de 1822. El trayecto Pasto -Ipiales, salvo un tramo corto quedó muy bueno, pero viajar a Popayán es una tortura porque hasta hace poco se empleaba entre 7 y 9 horas, ahora se emplea entre 10 y 12 si está con suerte. Es obvio que son carreteras que quedaron obsoletas diseñadas desde los años treinta. Hoy se marcha a no más de un promedio de 30 kilómetros por hora. Entre los anuncios del ministro Reyes está precisamente esa vía de doble calzada que no solamente será beneficiosa para el sur, sino para todo el país. La fila de camiones con mercancías hacia el exterior es impresionante; buen augurio para la economía pero también para el tiempo de viaje.
Se construirán aeropuertos en la costa pacífica y hay 28 mil millones para la ampliación del aeropuerto San Luis de Ipiales, como enlace internacional con el tráfico aéreo que viene del Ecuador hacia el norte de Colombia. Pronto se podré viajar en un par de horas desde Tumaco, cruzando la frontera por el río Mataje hacia San Lorenzo y Esmeraldas. Como decíamos en días pasados: se siente el cambio.
Chile
El domingo anterior fue la votación para la nueva constitución. Cuando creíamos tener el futuro despejado para Chile y América Latina una nube enturbió el presente, pero no el porvenir luminoso. Habrá luz de octubre en Brasil cuando gane Lula y en el Sur brillará de nuevo la esperanza del cambio como está sucediendo en Colombia. Ya está incorporada Venezuela y casi toda Suramérica ve otro horizonte de unidad.

