Con el objetivo de promover una cultura de prevención y fortalecer la preparación ante situaciones de emergencia, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Tumaco realizó una jornada educativa con estudiantes del colegio Manuel Elkin Patarroyo, centrada en la enseñanza de primeros auxilios y respuesta ante desastres.
La actividad, desarrollada en dos sesiones (mañana y tarde), fue liderada por el Sargento Carlos Armando Portilla, jefe del departamento de capacitación, junto a los bomberos Diego Mero y Andrés Revelo. La jornada incluyó teoría y práctica, adaptada a la edad y nivel de comprensión de los estudiantes.
Valoración
Los jóvenes fueron instruidos en temas fundamentales como primeros auxilios, valoración primaria utilizando el protocolo VOS-MEN, uso correcto del collarín cervical, técnicas básicas de inmovilización y atención en casos de OVACE.
Asimismo, los instructores enseñaron el reconocimiento y uso del extintor portátil tipo ABC, explicando la función de cada uno de sus componentes y su correcta aplicación en distintos tipos de fuego. Las demostraciones prácticas permitieron a los estudiantes interactuar con el equipo y adquirir conocimientos útiles para su vida diaria.
Durante la jornada también se abordaron medidas de actuación frente a emergencias como sismos e incendios. Los estudiantes aprendieron a identificar rutas seguras de evacuación, puntos de encuentro y fueron capacitados en la importancia de mantener la calma y seguir protocolos adecuados.
Elección
Uno de los momentos clave fue la elección de guías escolares, estudiantes que asumirán el liderazgo en evacuaciones dentro del plantel educativo, promoviendo así el sentido de responsabilidad y trabajo en equipo.
Desde la institución bomberil se destacó el valor de sembrar conciencia desde edades tempranas: “Esta jornada reafirmó nuestro compromiso con la formación y la prevención, sembrando conciencia desde la infancia para una comunidad más segura y preparada”, manifestaron los organizadores.
Este tipo de actividades refuerzan el lazo entre las instituciones de socorro y la comunidad educativa, y se consolidan como un paso esencial hacia la construcción de territorios resilientes, donde cada persona se convierte en un actor clave frente a emergencias.