Bloqueos en Nariño: una crisis permanente

El departamento del Cauca, por su gran extensión territorial no ha sido capaz de brindar mejores condiciones de vida para su población, en efecto, en el norte, la Ley Paez, genero condiciones propicias para el establecimiento de empresas del Valle del Cauca en territorio caucano
ALINA CONSTANZA SILVA

El departamento del Cauca, por su gran extensión territorial no ha sido capaz de brindar mejores condiciones de vida para su población, en efecto, en el norte, la Ley Paez, genero condiciones propicias para el establecimiento de empresas del Valle del Cauca en territorio caucano que generaron trabajo, mejor infraestructura y población optimista acerca de su futuro; por el contrario, el sur, que limita con Nariño siempre ha sido pobre; es decir, esta área geográfica ha estado subsumida en un contexto de doble atraso según señalan representantes de la decadente aristocracia payanesa que veladamente culpan de su atraso a la población campesina, indígena y negra.

Es muy evidente que el sur del cauca no cuenta con una infraestructura que le permita a su población vivir bien y, al mismo tiempo, que atraiga nuevas inversiones de carácter privado a través de nuevas empresas o mediante la relocalización de las ya existentes. Los servicios públicos son inexistentes en la gran mayoría de pueblos del sur o, si existen, son de una pésima calidad que agudizan el marginamiento y la pobreza.

El Cauca a pesar de haber tenido más de 12 presidentes de la nación, no progreso y, por el contrario, se agudizaron los problemas económicos, sociales, ambientales y de seguridad. La aristocracia decadente que ha vivido como en los tiempos de la colonia ha dado la espalda a la población minoritaria como son los indígenas, negros y campesinos, pareciera ser que sienten vergüenza de su condición racial.

Estos aristocráticos venidos a menos culpan de la pobreza a los pobres porque les atribuyen estar contaminados de la enfermedad de mestizos. La existencia de un basto territorio caucano en el sur y lleno de pobreza fue tierra propicia para la llegada de criminales de todos los pelambres, unos a nombre de la libertad y la igualdad, y otros, simplemente porque vieron el potencial para cultivos de uso ilícito y su procesamiento.

Esta somera radiografía del departamento del Cauca, es lo que ha afectado permanentemente al departamento de Nariño, porque la única forma que han encontrado las comunidades marginadas del sur es bloquear la vía denominada Panamericana que conecta a Nariño con el interior del país. En efecto, en los últimos 4 meses, 14 veces se ha bloqueado esta vía.

El perjuicio para Nariño es evidente porque eleva los costos de transporte y de transformación de los bienes y servicios producidos en Nariño, asimismo, aumenta el riesgo, o también, se pierden mercados del interior del país debido al incumplimiento del envió de la materia prima o el producto final. La vulnerabilidad de Nariño es muy alta debido a la ausencia de una vía alterna para comunicarse con el interior del país. El bloqueo permanente desanima cualquier iniciativa para invertir en Nariño.

Para resolver esta problemática existente es comenzar a pensar si no es tiempo de darle una vida jurídica y administrativa autónoma al sur del Cauca para evitar el centralismo y la humillación racial que han tenido que soportar durante tanto tiempo.

Este podría ser el primer paso para mejorar las condiciones materiales de vida de la población rural que evitaría el bloqueo de la vía para hacerse escuchar. Insistir con el cierre de la panamericana con la idea de hacerse escuchar del gobierno nacional no es una fórmula para mejorar sus condiciones, en efecto, se ha visto que para resolver la coyuntura los funcionarios del gobierno nacional desde hace más de doscientos años van al sitio prometen resolver los problemas, se resuelve el tema de coyuntura con promesas y después nadie cumple.

Debe quedar claro que cerrar la panamericana no perjudica al gobierno nacional, sino que impacta negativamente a las personas humildes que tienen sus negocios a la orilla de la carretera, a los transportadores, pasajeros y a los pequeños empresarios o, también, al comercio internacional.

El levantamiento de un bloqueo es seguido de otro, es decir, un ciclo interminable de protestas debido a las promesas incumplidas. Tanto los “lideres políticos” del Cauca como de Nariño deben hacerse escuchar cuando se trata de aprobar el plan de desarrollo del país o cuando se determina el plan plurianual de inversiones.

Si estos políticos están ausentes en estos temas nunca podrán resolver de una vez por todas los problemas, carencias y necesidades de la población. Los representantes de las comunidades deben ser mas creativos para ejercer su protesta, no puede ser que lo único que se les ocurra sea el cierre del carreteable que nos une con Popayán. Los dirigentes territoriales no solo deben brindar discursos, sino tener propuestas bien sustentadas para que sean incorporadas en los planes de inversión del Estado.

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