Aníbal Arevalo

Somos libres de elegir entre el bien y el mal

Estamos en un momento crucial de la vida política del Departamento de Nariño; tenemos la oportunidad de elegir entre dos opciones: por un lado, está la esperanza: este grupo se caracteriza por ser los defensores de la educación pública, el ambiente y la lucha para prevenir el cambio climático.

Y la otra opción es el grupo del conservadurismo (el costal del uribismo y los que se hacen elegir para su propio enriquecimiento mediante el saqueo al erario). Usted es libre de elegir entre el bien y el mal.

En sus manos está ser potencia de la vida o apoyar al grupo de la muerte. La potencia de la vida se identifica con la defensa de los ecosistemas, las fuentes de agua, los recursos naturales.

Mientras que el líder del grupo de la muerte aprobó la aplicación del fraking en la explotación petrolera, aprobó el TLC, votó no a la paz, es racista: dice que los indígenas y los negros son ladrones.

Es por ello, que cabe preguntarles a nuestros amigos y amigas si están con la vida o están con la muerte. La potencia de la vida defiende las rosas en el jardín, defiende el vuelo de las libélulas, esta con la defensa de la naturaleza toda, concebida como la base de la pirámide de las cadenas alimenticia.

El compromiso como potencia de la vida está en la defensa de las abejas, pues de su subsistencia depende la continuidad de la vida sobre el planeta. Si las abejas se extinguiesen, nos quedaremos sin flores y sin frutos. Y se pone en peligro numerosas especies sobre la faz de la tierra.

Y, por supuesto, de esto no habla el grupo de la muerte; ellos solo hablan de números de votos que tienen que comprar con un sándwich y un jugo barato. Son tan descarados que en videos se muestran repartiendo dinero en efectivo.

Esa no es la conciencia que hemos cultivado desde las primeras enseñanzas del hogar. Eso lo enseñan los políticos corruptos, que acumularon dinero con la mermelada y los cupos indicativos. El líder del grupo de la muerte acumuló grandes riquezas, representadas en cerca de 30 apartamentos y fincas, y ninguna gestión para las gentes de sur.

Ser potencia de la vida es que los viejitos y viejitas logren pensionarse, aún sin haber cotizado. Es hacer una reforma laboral que devuelva los derechos conquistados en épicas luchas por los trabajadores y que fueron conculcados por el uribismo retrógrada. A nivel regional representado en el hombre que dice que le importa un pepino lo que digan sus contendores. Pobre hombre, le falta la “U” de humildad.

Estos usurpadores, pasaron sin pena ni gloria por el Congreso de la República, embuchándose gruesas sumas de dinero con los cupos indicativos y la jugosa mermelada que les entregaba “El Patrón del mal”, con la finalidad de que le aprueben sus proyectos.

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Estos desvergonzados no se merecen ni nuestras miradas. Ellos llaman democracia a la danza de los millones. Invierten entre dos mil y diez mil millones de pesos, y cada vez está más cotizado el voto, porque algunos dicen que por un voto ofrecen gruesas sumas de dinero.

Recientemente fue inaugurada una sede universitaria en el puerto de Tumaco con la finalidad de garantizarle 600 nuevos cupos a las comunidades costeras; porque nuestra costa ha permanecido en el ostracismo.

Y, de la vertiente del Pacífico, es la costa más pobre de todo el mundo. Todo por falta de oportunidades. La pobreza, la violencia, el narcotráfico, no solo se combaten por el camino armado sino con inversión social en salud, educación, saneamiento ambiental y plazas de trabajo.

El anuncio que hizo el presidente Petro en la plaza de Bolívar abarrotada, fue de la apertura de 600 cupos universitarios para el Pacífico, como una verdadera opción para los jóvenes graduados de bachiller, que no tenían otra oportunidad sino engrosar las filas de las bandas criminales.

El grupo de la muerte, integrado por las Lilianas, la baronesa Myriam, los Enríquez de pan de leche y los Enríquez perfumados, los Piñuelas, el Guarner Zángano, el Chamorrito y el John de Buesaco. Mientras que la Potencia de la vida la lidera un negrito querido de la costa pacífica con todo su swing; un hombre de extracción campesina, humilde y trabajador.

Este tiene titulo verdaderamente de doctor, mientras que el otro es ‘dotor’. Usted tiene la posibilidad de elegir a un corrupto como Barrabás o prefiere a Jesús. ¡Que Dios y la historia no permitan que el pueblo se vuelva a equivocar en su elección!