Acompañado de ministros, otros funcionarios del Gobierno, congresistas y familiares, el presidente Gustavo Petro llegó a la Plaza de Bolívar, durante la conmemoración del Día del Trabajo para dar un discurso y con ello mover a sus bases antes de radicar, ante el Senado, la consulta popular.
Pero, mientras el mandatario agitaba al público que lo escuchaba en la plaza, la actitud de uno de sus funcionarios no pasó desapercibido.
Se trató del ministro del Interior, Armando Benedetti, quien todo el tiempo estuvo tras el jefe de Estado; sin embargo, con su extraño comportamiento no parecía estar del todo presente en el evento.
El exembajador de Colombia en Venezuela y ante la FAO, apareció varias veces en el plano de la transmisión de televisión y redes con la mirada perdida, inexpresivo y tambaleándose, alejado, al parecer, de lo que sucedía en el momento. Incluso, después de un rato, el ministro desapareció de la tarima, pero un rato después apareció al interior del Congreso con la misma actitud.

