Carlos Gallardo

Ayudemos a los vulnerables

Dando gracias a Dios y al trabajo de mis padres nunca me faltó nada en Navidad cuando era un niño y por eso me esfuerzo día a día para darle lo mejor a mi hija de tan solo 3 años de edad. Sin embargo, existe gente que no ha sido tan afortunada y en esta época decembrina no cuenta con los recursos necesarios para darles a sus hijos ni siquiera lo que necesitan.

Invito a todos a que en esta fecha tan especial y bonita ayudemos a los más vulnerables, especialmente a los menores de edad, que esperan un juguete o una prenda de vestir nueva, así mismo a aquellas personas que por cualquier motivo han caído en desgracia y habitan en la calle.

Admiro mucho a las personas que todo el año se dedican a ayudar a la gente menos favorecida y en esta época recolecta juguetes, ropa y comida para entregarles a los que más lo necesitan y que bueno sería que todos y cada uno de nosotros reflexionáramos e hiciéramos lo mismo, al menos en fin de año.

Tal vez para nosotros no signifique nada comprar un juguete sin importar el precio y regalárselo a un niño en la calle, pero estoy totalmente seguro de que para ese niño significa lo mejor y lo disfrutará al máximo, de igual manera con un plato de comida o ropa nueva o al menos en buen estado.

Por otra parte, también debemos criar a nuestros hijos de una manera muy correcta para que valoren todo lo que nosotros con tanto esfuerzo les entregamos, inculcar en ellos la humildad y la cualidad de compartir para formar mejores personas que no sientan egoísmo y que por el contrario ayuden a los menos favorecidos.

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Por cierto, no es necesario que si haces esto lo publiques en tus redes sociales y lo des a conocer a todo el mundo, ya que los actos que hace tu mano derecha no deben saberlo tu mano izquierda, porque conozco a algunas personas que solo lo hacen por aparentar y es ahí en donde se acaba la humildad.

Así que espero que en estas fechas tan especiales ayudemos a alguna persona que lo necesita como un niño, un habitante de calle, una persona enferma, entre otros seres que no han tenido la fortuna de nosotros de prácticamente tenerlo todo o al menos lo necesario.

Recuerda que ver sonreír a un niño y mucho más en Navidad es lo mejor que puedes hacer, hazlo y verás que la satisfacción no solo será para ese pequeño sino para tu corazón.

Por: Carlos Gallardo