Por: MIGUEL HERNÁNDEZ.
Cuando se anticipó la pavimentación y arreglo total de la avenida Torobajo, moradores y toda la comunidad de la Comuna Nueve mostraron su satisfacción por la transformación que sería para el sector y por ende a toda la ciudad de Pasto se cambiaría un espacio principal muy importante. En este sector están las universidades de Nariño y Cooperativa, también las instalaciones de la Policía Metropolitana.
Pero creo que es la principal arteria vial de llegada y salida de viajantes del sector occidental de Nariño, pues se hicieron ingentes esfuerzos por dejar este sector con una buena cara para propios y extraños, logrando desde hace aproximadamente cuatro años de entrega lograr terminarla y de embellecerla, ya que hace algunos meses atrás se le instaló una serie de luces en postes de acero con bombillería de alta tecnología.
Ahora pasemos al asunto que nos incumbe, ya que somos los directos beneficiarios de la avenida por estar esta casa editorial en uno de sus costados. También a medida que han pasado los años hemos visto su desarrollo y su utilidad tanto para vehículos como también peatones y biciusuarios que utilizan la bicirruta sobre todo los fines de semana, este sector de la ciudad se ha convertido en un eje de desarrollo para Pasto.
A medida que han pasado los pocos años de uso, la avenida Torobajo se ha convertido en un tremendo dolor de cabeza, tanto para sus moradores que tienen que atravesar la avenida como los viajantes que llegan a Pasto y salen de la ciudad, uno por estar a un lado la Universidad de Nariño, cuando se alborotan los estudiantes tienen que cerrar la avenida de ambos carriles contrarios, y cuando se presentan un accidente es lo mismo.
En días de entrega de la obra y luego de la instalación de los separadores lineales en la bicirruta, hicimos una crítica de como se hizo el diseño de la misma, el cual la avenida no tendría ni una fuga vial para ningún sentido y los vehículos que transitan tendrían que esperar todo el tiempo hasta cuando se dé vía, todo esto por estar en un sector de mayor peligro, y ese es nuestro volcán Galeras.
En ese entonces dijimos que en una eventual erupción del Galeras el corredor occidental de Pasto quedaría bloqueado totalmente y ambulancias, vehículos de socorro y de bomberos no tendrían vía para hacer su recorrido normal. El tiempo se ha encargado de ver esta realidad enorme y sería necesidad de dejar espacios para dejar salir vehículos de los carriles encerrados por los separadores lineales instalados en la avenida.
Antenoche un accidente en el inicio de la avenida taponó el carril de llegada a Pasto y después de dos horas pudieron salir y evacuar los vehículos del tremendo trancón, gracias a unos separadores que fueron arrancados de su puesto y el espacio que tiene la Policía Metropolitana, maniobrando con buena pericia pudieron salir del embotellamiento. Ahora no quiero imaginarme lo que sería en una erupción volcánica en la avenida Torobajo.