El Gobierno nacional mantuvo como eje central de su agenda la reforma agraria, orientada a corregir la histórica concentración de la tierra en el país. Durante el periodo reciente se avanzó en la adquisición y adjudicación de predios para campesinos sin tierra o con tierra insuficiente, priorizando zonas afectadas por el conflicto armado y la pobreza rural. Asimismo, se fortalecieron los procesos de formalización de la propiedad, buscando brindar seguridad jurídica a pequeños productores. Estas acciones están acompañadas por programas de asistencia técnica y acceso a crédito, con el objetivo de mejorar la productividad agrícola y promover el desarrollo rural integral.

