Desde la Dirección de Gestión de Riesgo, se emite un importante llamado a las autoridades municipales para mantener activos los planes de contingencia ante la pronosticada temporada de lluvias de los próximos meses que se presentarán en el municipio capital.
El director Administrativo de Gestión del Riesgo, Gabriel Ocaña, advierte sobre la necesidad de prevenir y estar preparados para posibles afectaciones, especialmente debido a la geografía del territorio, que aumenta la probabilidad de eventos adversos como el desbordamiento de quebradas, como ya se ha evidenciado en la capital nariñense.
Socialización
Para abordar esta situación, se llevará a cabo la socialización de un plan de contingencia destinado a evaluar la capacidad de respuesta regional frente a los potenciales casos que puedan surgir durante esta temporada de lluvias.
«De parte nuestra, nosotros debemos activar nuestro plan de contingencia y respuesta. Vamos a realizar una socialización para que conozcan nuestras medidas y verificar el manejo para poder solventar estas circunstancias», expresó Ocaña.
Verificación
En este sentido, Ocaña señala el incremento en los cauces de los ríos como una preocupación adicional, instando a las autoridades municipales a mantener activas las alertas y revisar, ajustar y sustentar sus planes de contingencia ante el Consejo de Gestión del Riesgo. Es crucial, añade, socializar y verificar estos planes para identificar tanto las fortalezas como las debilidades en su implementación.
En términos de medidas preventivas, desde la Dirección de Gestión del Riesgo se destacan las acciones tempranas como herramientas clave para prevenir situaciones complejas.
Colectores
El directivo enfatiza que «las acciones anticipatorias nos pueden ayudar a que el agua fluya más rápido en cosas sencillas como destapar alcantarillas y verificar el funcionamiento de los colectores de las mismas».
El alistamiento y los controles por parte de las autoridades sobre estas recomendaciones pueden contribuir significativamente a mitigar el impacto de las afectaciones y proteger la salud e integridad de los habitantes.
Ante la inminente temporada de lluvias, la colaboración y la acción coordinada entre las autoridades locales y regionales se perfilan como elementos fundamentales para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de la población ante posibles eventos adversos.

