La captura en las últimas horas en Bogotá de Elder José Arteaga Hernández, sindicado por las autoridades de haber sido el líder organizador del atentado contra la vida del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, debe llevar a que los autores intelectuales sean identificados y privados de la libertad.
Es lo que esperamos todos los colombianos quienes desde el pasado 7 de junio, cuando un menor de edad de 15 años de edad, le disparó al político, hemos estado pendientes del desarrollo de las investigaciones que, en un mes, han dado como resultado la captura de 5 personas, cuya participación en este repudiable hecho fue comprobada de manera contundente en el marco de las pesquisas.
De esta manera, se tiene la certeza que Arteaga Hernández fue la persona que no solo planeó el golpe, sin que también tuvo la misión de contactar a las personas que de una u otra manera participaron de la agresión al congresista. También fue “El Costeño”, quien proporcionó la logística que se utilizó en el atentado lo que indica con claridad, el protagonismo que tuvo en este hecho criminal, por lo que, ahora, ante su detención, tendrá mucho que contarle al país.
Además, la más reciente información en torno al hombre que durante varios días se convirtió en el más buscado de Colombia, señala que posiblemente recibió la suma de mil millones de pesos, en su calidad de coordinador del atentado, lo que abre nuevos interrogantes, que se espera, el hoy detenido, responda, para que por fin el país, pueda conocer la verdad sobre este lamentable episodio, que revivió épocas oscuras de la política colombiana, cuando en la década de los 80 y 90, tres candidatos a la presidencia de la República, fueron asesinados.
Nos parece entonces, que, con la detención de Elder José Arteaga Hernández, de manera obligada se tiene que abrir la puerta que conduzca a la verdad. Con él, se completa la lista de los autores materiales del hecho, pero ahora para las autoridades viene un paso decisivo que es el de identificar y capturar, a los autores intelectuales, quienes ordenaron el atentado y pagaron para atentar contra la vida de Miguel Uribe Turbay. Esto es lo que queremos conocer, luego de la detención de la persona que planeó y ejecutó el atentado que hoy mantiene en estado crítico a la víctima.
Por ello, en estos momentos, los colombianos nos encontramos en vilo, puesto que, por el papel protagónico que tuvo “El Costeño en este entramado criminal, de manera necesaria, tiene que saber quiénes le ordenaron y le pagaron una suma tan considerable para asesinar al precandidato presidencial. En ese sentido su amplio prontuario criminal se constituye en un indicio de que, quienes lo contrataron lo conocían bien y quizá también le ordenaron que, una vez cumplida su misión, asesinara al menor de edad que le disparó al senador, con la finalidad de no dejar testigos, pero, posiblemente la captura inmediata del menor de edad, impidió su muerte.
Por lo pronto, a un mes exacto de la realización del atentado, no se puede negar que las investigaciones han ido por buen camino, con la captura de 5 implicados, lo que indica que ahora “El Costeño tiene mucho que contar y nada de extraño tendría que su confesión, pueda conmocionar aún mucho más a nuestro convulsionado país, a pesar de que con todo lo que pasa, ya los colombianos hemos perdido la posibilidad de asombro.

