La comunidad de esta zona vive días de creciente preocupación debido a una alarmante ola de inseguridad que ha alterado su cotidianidad y generado una fuerte sensación de miedo e impotencia. Robos a mano armada, atracos en plena vía pública y constantes hechos delictivos han puesto a los residentes en estado de alerta.
Una de las voces más contundentes es la de Darley Andrade, vecina del sector y líder comunitaria, quien ha denunciado públicamente la gravedad de la situación. “La situación es insostenible. Los robos se están volviendo cada vez más frecuentes, a cualquier hora del día. Hay adultos mayores, niños y trabajadores que están siendo víctimas. Necesitamos que la Policía actúe con urgencia antes de que esto termine en una tragedia”, expresó visiblemente afectada.
Según relatan varios habitantes, los hechos delictivos han ido en aumento en los últimos meses, afectando tanto zonas residenciales como comerciales. Muchos temen incluso salir de sus casas después de cierta hora, y algunos negocios han optado por cerrar más temprano debido al riesgo.
La comunidad ha solicitado mayor presencia policial, patrullajes constantes y medidas preventivas, al tiempo que insiste en la necesidad de estrategias más efectivas por parte de las autoridades locales y departamentales. Aseguran que no se trata de hechos aislados, sino de una problemática sostenida que requiere atención inmediata.
