Cinco altos oficiales de las Fuerzas Militares fueron relevados de sus cargos tras el atentado perpetrado por disidencias de las Farc en el Guaviare, un hecho que dejó varios uniformados muertos y otros secuestrados. Esta decisión del Gobierno ha generado un intenso debate sobre la efectividad de la actual política de seguridad y la estrategia frente a los grupos armados ilegales.
Durante el programa La Mesa Ancha, expertos señalaron que este relevo podría afectar la moral de las tropas y la confianza ciudadana en las instituciones armadas. Luisa María Lozano, analista invitada, advirtió que la falta de resultados concretos podría debilitar aún más la percepción de liderazgo militar.
El atentado ocurrió en medio de un periodo de cese al fuego, lo que ha generado cuestionamientos sobre la viabilidad y la sinceridad de las negociaciones de paz con las estructuras disidentes. Además, los panelistas recordaron que relevos de altos mandos no son nuevos en Colombia, pero advirtieron que en este caso el problema es estructural: la falta de resultados en la política de seguridad.
La controversia se amplía ante la aparente ambigüedad del estado actual del cese al fuego. Para los analistas, el relevo no solo refleja decisiones tácticas fallidas, sino también debilidades en la línea de mando superior y una desconexión entre el Gobierno y las realidades del conflicto armado.

