Hoy, 30 de agosto, y pasadas las 12 del medio día a Javier Acosta, hincha del equipos de los Millonarios se le aplicó la eutanasia rodeado de sus seres queridos y mientras a las afueras del Hospital San Ignacio sus compañeros gritaban «Javier, Javier».
El joven que los últimos años de su vida lucho contra el contagio de una peligrosa bacateria y que según el adquirió en una piscina de Melgar, Tolima, ha sacudido al país.
El testimonio del hincha ha sacudido las entrañas y mientras que a la Secretaria de Salud en Tolima a encendido las alertas sobre la limpieza de estos sitios de recreación.
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Historia de Javier Acosta:
Hace nueve años la vida de Javier Acosta cambió y después de sufrir un accidente que lo dejó en silla de ruedas.
Eso no fue obstáculo para el fiel hincha del equipo y donde hoy milita, Radamel ‘El Tigre’ Falcao quién se aferro a la vida hasta el último minuto buscando una curación.
Las cosas se complicaron aún más cuando hace cinco años y en un paseo a Melgar se contagio de la bacteria Candida auris en una piscina.
«Este hongo, conocido por su resistencia a múltiples tratamientos, se propagó rápidamente, causando una infección grave en su glúteo izquierdo que eventualmente llegó al hueso», así lo contó el propio Javier Acosta previos días a la aplicación de la eutanasia.
La infección se extendió al glúteo derecho y finalmente a la sangre, causando un dolor insoportable aque ya era imposible soportar.
Javier aseguró que la morfina que le aplicaban para los dolores no le estaba sirviendo y no había nada para calmar el sufrimiento.
Eso no fue lo único con lo que le tocó lidiar y es que la infección también le provocó osteomielitis, una grave infección ósea, y eventualmente cáncer en la sangre.
Fueron dos años de tratamientos y nada pudo salvar al joven de esta enfermedad fue cuando el decidió tomar la decisión de solicitar la eutanasia.
Hace unos días el propio Radamel Falcao y su esposa, Lorelei Talón, lo llamaron y juntos oraron por la deción que había tomado como la última tabal de salvación para calmar sus dolores.
¿Qué es una infección por Candida auris?:
Según el Memorial Sloan Kettering, «Candida auris es llamada también C. auris, es un hongo de la familia de las levaduras y que puede causar una infección en la sangre, los tejidos o las heridas.
La infección puede ser grave e incluso mortal y es muy difícil de tratar porque los medicamentos antimicóticos comúnmente utilizados a menudo no surten efecto.
La C. auris se observa con mayor frecuencia en pacientes en la unidad de cuidados intensivos de los hospitales y afecta principalmente a personas que ya tienen una o más enfermedades graves o un sistema inmunitario debilitado.
Es muy frecuente en el hospital, la unidad de cuidados intensivos o un hogar de ancianos.
¿Cómo se transmite?
El hongo se transmite de una persona a otra a través del contacto y también se puede transmitir cuando se toca algo que ti ene el hongo.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de una infección por Candida auris dependen de si se presenta en la sangre, el oído, una herida o alguna otra parte del cuerpo.
Los síntomas más comunes son fiebre y escalofríos que no mejoran cuando se tratan con medicamentos que combaten las infecciones.
La mayoría de las personas que tienen una infección por C. auris ya están enfermas, puede ser difícil saber qué síntomas son causados por C. auris.
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¿Cómo se diagnostica?
El médico puede tomar una muestra de sangre, orina, una herida u otro líquido corporal, como el líquido cefalorraquídeo. La muestra se envía al laboratorio para su análisis.
Una persona puede no estar enferma, pero puede llevar la C. auris en la piel. El médico puede limpiar la piel con un hisopo y enviarlo al laboratorio.
¿Cómo se trata?
Una infección por Candida auris se trata con medicamentos antimicóticos. Las infecciones por C. auris no suelen responder bien a un solo medicamento. En ese caso, el médico podría recetarle dosis altas de más de un antimicótico.
¿Cómo se puede prevenir la propagación?
El personal del hospital y sus visitantes desempeñan un papel importante al evitar que la infección se propague a otras personas.
Aislamiento: Se pueden limitar las visitas para evitar que se transporte el hongo C. auris fuera de la habitación.
Lavado de manos: Todas las personas que entren en la habitación deben lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante de manos a base de alcohol antes y después de la visita.
- Use agua corriente y jabón.
- Frótese las manos durante al menos 20 segundos.
- Preste especial atención a las muñecas, el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.
- No toque el grifo con las manos. Utilice una toalla de papel para cerrar el grifo.
- Guantes y bata.
- Es posible que los visitantes y cuidadores tengan que usar guantes desechables y una bata sobre la ropa.
- Esto ayuda a evitar la propagación del hongo.
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