Así fue el 12 de diciembre de 2010 cuando Estudiantes de La Plata se coronó campeón del Torneo Apertura con Alejandro ‘Pachorra’ Sabella como DT, venciendo 2-0 a Arsenal en Quilmes en la última fecha y protagonizando una batalla épica con Vélez que se definió por apenas dos puntos de diferencia
En una batalla sin cuartel con Vélez desde principio a fin, Estudiantes logró el título del Apertura 2010 en la última fecha del certamen tras ganarle a Arsenal 2-0 en Quilmes, un título que llegó exactamente 15 años antes de la consagración en el Torneo Clausura 2025. Ese título fue el broche para un estilo de juego impuesto por Alejandro Sabella que se había empezado a ver desde su arribo a la institución y tras haber sido subcampeón en el Clausura 2010. El conjunto de Alejandro Sabella obtuvo el 78,9 por ciento de los puntos en juego en el campeonato, con una campaña de 45 puntos, producto de 14 triunfos, 3 empates y 2 derrotas. Anotó 32 goles y le marcaron apenas 8, con un dato no menor: en el torneo, Estudiantes le ganó a los cinco grandes y en trece partidos no recibió goles.
El plantel campeón de 2010 estaba repleto de figuras que marcarían época en el fútbol argentino: Agustín Orion, Leandro Desábato, Raúl Iberbia, Facundo Roncaglia, Gabriel Mercado, Federico Fernández, Germán Ré, Marcos Rojo, Enzo Pérez, Matías Sánchez, Juan Sebastián Verón, Michael Hoyos, Maximiliano Núñez, Rodrigo Braña, Juan Pablo Pereyra, Gastón Fernández, Leandro González, Hernán Rodrigo López, Carlos Auzqui y Mauricio Carrasco, con la Brujita Verón como capitán y líder indiscutible de aquel equipo mágico. El partido no sería para nada sencillo y con la obligación de ganar, se impuso a los de Sarandí por 2 a 0, con dos tantos de Hernán Rodrigo López, quien se convirtió en el héroe de aquella tarde gloriosa en Quilmes. Aquel Apertura 2010 representó la última estrella de Estudiantes en torneos de Liga hasta el Clausura 2025, una sequía de 15 años que se sintió eterna para los hinchas del Pincha pero que finalmente terminó en Santiago del Estero, demostrando que las dinastías pueden tener pausas pero nunca mueren completamente cuando llevan el nombre de Estudiantes de La Plata.

