Este lunes 28 de octubre de 2024, el patrullero José Miguel Atehortúa Varela fue asesinado a balazos en la estación de Policía del municipio de Sucre, Cauca. Las primeras investigaciones apuntan a que el atentado fue perpetrado por integrantes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Este ataque ha sido calificado por las autoridades como un «plan pistola», un tipo de emboscada dirigida específicamente a los miembros de la fuerza pública.

El patrullero Atehortúa se encontraba realizando labores de vigilancia en la estación cuando, al salir para ajustar el cierre perimetral, fue sorprendido y atacado por cinco hombres armados con fusiles. A pesar de ser trasladado rápidamente a un centro médico local, los esfuerzos por salvar su vida resultaron infructuosos.
El coronel Giovanni Torres, comandante del Departamento de Policía Cauca, confirmó el ataque y aseguró que están recibiendo apoyo del Ejército en la región. “Estamos preparando los trámites para el traslado del cuerpo. Más que un hostigamiento, fue una acción planificada por el ELN”, afirmó. En respuesta a esta tragedia, el director de la Policía Nacional, general William Salamanca, condenó el ataque: “Lamentamos profundamente la pérdida de nuestro compañero, el patrullero José Miguel Atehortúa Varela, y enviamos nuestras condolencias a su familia”. Además, anunció que se ha formado un equipo especial de inteligencia para localizar y llevar ante la justicia a los responsables de este crimen.
El asesinato de Atehortúa se produce en un contexto de creciente violencia en la región, donde las disidencias de las FARC y otros grupos armados han intensificado sus acciones. Un día antes del ataque, el Ejército Nacional había neutralizado dos explosivos en Timba, Cauca, donde también se reportaron enfrentamientos con el frente Jaime Martínez de las disidencias de las FARC.
La Operación Perseo, que busca restablecer el control en zonas estratégicas del Cañón del Micay, ha llevado a la movilización de más de 1.400 efectivos militares. Esta operación se centra en proteger a la población civil de los efectos de la violencia y garantizar la seguridad en áreas dominadas por el Estado Mayor Central (EMC), liderado por alias Iván Mordisco, que se ha mantenido al margen de los diálogos de paz.
La situación en Cauca es alarmante, con ataques sistemáticos de grupos criminales que han generado un clima de inseguridad y preocupación en la población local. Las autoridades continúan trabajando para restaurar la paz y el orden en una región marcada por el conflicto armado y el narcotráfico.

