Mario Fernando Ayte Riascos es más que un artista. Es un custodio de la historia y la cultura de Nariño, cuyo trabajo meticuloso y apasionado ha dejado una marca indeleble en el Carnaval de Negros y Blancos. Con cinco años dedicados al empapelado y la creación de figuras, y una década de arduo trabajo en trajes individuales, comparsas y minicarrozas, Mario ha consolidado su posición como uno de los pilares del carnaval en la región.
Desde sus inicios en el mundo del arte, Mario ha encontrado en el Carnaval de Negros y Blancos una fuente inagotable de inspiración y expresión. Ā«Este evento no solo representa una celebración festiva, sino también un vínculo profundo con nuestras raíces y tradicionesĀ», comenta con pasión. Para él, cada obra de arte es una oportunidad para honrar la historia y el folclore de su tierra natal.
Magia del artesano
A lo largo de los años, Mario ha vivido momentos inolvidables en el Carnaval, desde la emoción de ver sus creaciones cobrar vida en medio de la multitud hasta el orgullo de representar la riqueza cultural de Nariño a través de su arte. Ā«Cada figura que creamos es un tributo a nuestra identidad y nuestro patrimonioĀ», destaca con fervor.
Este año, Mario y su equipo se preparan para sorprender a los nariñenses con una carroza tradicional que capturará la esencia y la magia del artesano. Ā«Estamos trabajando incansablemente para ofrecerles lo mejor a nuestra comunidadĀ», afirma con determinación. Con cada detalle cuidadosamente elaborado, Mario busca transmitir la belleza y el significado profundo que encierra el Carnaval de Negros y Blancos.
Tejido social
Para Mario, el Carnaval va más allá de una simple celebración. Es una oportunidad para conectar con las raíces culturales y fortalecer el tejido social de la comunidad. Ā«Cada figura, cada adorno, lleva consigo una parte de nuestra historia y nuestra identidadĀ», explica. Ā«Es nuestro deber preservar estas tradiciones para las generaciones futurasĀ». Con su dedicación inquebrantable y su pasión por el arte, Mario Fernando Ayte Riascos continúa dejando una huella imborrable en el Carnaval de Negros y Blancos, recordándonos la importancia de honrar nuestras raíces y celebrar la diversidad cultural que enriquece nuestra sociedad. Su legado perdurará en las calles de Nariño, inspirando a las generaciones venideras a seguir su ejemplo de amor por el arte y la tradición.

