Sin importar los contratiempos los gestores de esta festividad presentaron diversas piezas que encantaron a propios y visitantes, con sus majestuosos colores y detalles perfectos.
Fueron muchos los contratiempos que tuvieron que afrontar los artesanos y organizadores de esta festividad para poder desarrollarla, uno de los más difíciles, lograr ensamblar las piezas en medio de días lluviosos y con incertidumbre total, de si la nueva organización de este carnaval funcionaría.
Sin embargo, todo dio resultado cuando los miles de asistentes durante la jornada de ayer disfrutaron de cada una de las piezas elaboradas por el gran talento pastuso y nariñense, creaciones que podrán ser visitadas hasta el próximo lunes 10 de enero; esto con el fin de permitir que todos los ciudadanos puedan disfrutar de este espectáculo como todos los años, pero esta vez respetando un aforo determinado para evitar posibles contagios de Covid-19.
La creación del maestro Luis Alberto Erazo se denominó, ¡Que viva Pasto carajo! a través de ella se resalta la música tradicional de la región, y se hace un reconocimiento a una de las técnicas más importantes de esta región del sur del país, el barniz de Pasto, en la imagen acompañan a la pieza, los nietos del artesano, María Ramírez y Alejando Erazo.
El artesano Almir Eraso, presentó a propios y visitantes la carroza denominada Renacer, en sus palabras esta obra, “es una invitación a seguir viviendo, con otras normas, con otras costumbres; volver a nacer en nuestros corazones”, finalmente invita a reinventarse y a superar los obstáculos de la vida.
Indómito pueblo, es una de las carrozas que están exhibidas en este pasaje, según lo manifestado por su autor, Andrés Barrera, esta obra permite trazar senderos de fiesta, música y color, que puedan llevar hasta el más lejano rincón del mundo, aquella singular magia de la cual es heredero, el Noble e Indómito Pueblo Pastuso.
Franklin Melo, elaboró la pieza artística Fiesta de reyes, que tiene como centro la valoración de los elementos místicos alrededor del valor de lo religioso con la promulgación de los santos y la vinculación de lo fantástico para entender el proceder del devenir de la cultura regional hasta tomar patrones de corte universal.
La escultura Presagios fue desarrollada por los hermanos Fabián Arturo y José Armando Ruano, esta pieza pone en manifiesto que desde tiempos remotos han existido profetas, videntes, adivinos, brujas, chamanes que intentan descifrar el futuro.
El maestro Carlos Alberto Mena, expuso su creación Incertidumbre, una carroza que contiene a un dragón gigante y un arcángel, quienes para el autor representan a todas las personas que vivieron de frente la pandemia, a todas ellas que trabajaron y que arriesgaron hasta su propia vida para que estuviéramos bien, entre estos el personal de salud.
El artesano Edwin Fernando Ramos, deslumbró a los asistentes con su pieza Armonía ancestral, con la cual rescata el mito de las dos perdices que además de relatar el origen del territorio de los pastos, invita a reflexionar sobre el concepto de dualidad en la vida no como división sino como complementariedad.
