De izquierda a derecha: David Pérez, Leticia Ortiz, María Isabel Suárez, Pablo Andrés Suárez, Juan Portilla, Andrés Rosero, Hugo Alejandro Mena, Mariana Cabrera, Isabel Vallejo y José Javier Rosales, integrantes y colaboradores de la Academia de Música Andrés Rosero.

Arte, formación y propósito social

La música no solo se aprende, se vive. Con esta premisa, la Academia de Música Andrés Rosero se ha consolidado como un espacio académico y humano donde niños, jóvenes y adultos encuentran en el arte sonoro una vía para crecer, expresarse y transformar sus vidas.

Con más de 50 estudiantes activos, esta academia ofrece formación musical integral con enfoque inclusivo, combinando teoría, práctica, creación y desarrollo emocional. Desde niños de 4 años hasta adultos que retoman sueños postergados, todos encuentran aquí un acompañamiento cercano, paciente y adaptado a sus necesidades.

Más allá de enseñar técnicas, el propósito de la academia es formar seres humanos sensibles, creativos y seguros de sí mismos. Cada clase es una experiencia para descubrir talentos, componer, interpretar y, sobre todo, creer en el propio potencial.

El equipo docente, con amplia experiencia en pedagogía y escenarios, guía con pasión cada proceso, impulsando a los estudiantes a presentarse en conciertos, festivales y plataformas digitales como Spotify y YouTube.

“La música transforma vidas”, afirma Andrés Rosero, director y fundador. “Queremos que cada estudiante sueñe en grande y vea en la música una herramienta de crecimiento personal y social”.

En un contexto desafiante para la juventud, esta academia se consolida como un verdadero semillero de esperanza.