La música no solo se aprende, se vive. Con esta premisa, la Academia de Música Andrés Rosero se ha consolidado como un espacio académico y humano donde niños, jóvenes y adultos encuentran en el arte sonoro una vía para crecer, expresarse y transformar sus vidas.
Con más de 50 estudiantes activos, esta academia ofrece formación musical integral con enfoque inclusivo, combinando teoría, práctica, creación y desarrollo emocional. Desde niños de 4 años hasta adultos que retoman sueños postergados, todos encuentran aquí un acompañamiento cercano, paciente y adaptado a sus necesidades.
Más allá de enseñar técnicas, el propósito de la academia es formar seres humanos sensibles, creativos y seguros de sí mismos. Cada clase es una experiencia para descubrir talentos, componer, interpretar y, sobre todo, creer en el propio potencial.
El equipo docente, con amplia experiencia en pedagogía y escenarios, guía con pasión cada proceso, impulsando a los estudiantes a presentarse en conciertos, festivales y plataformas digitales como Spotify y YouTube.
“La música transforma vidas”, afirma Andrés Rosero, director y fundador. “Queremos que cada estudiante sueñe en grande y vea en la música una herramienta de crecimiento personal y social”.
En un contexto desafiante para la juventud, esta academia se consolida como un verdadero semillero de esperanza.

