Nicolás Escobar Bejarano

¡Arma fría!

La escena es de no creer, la semana pasada en medio de la filmación de la película “Rust”, el actor Alec Baldwin asesinó de manera accidental a la directora de fotografía Halyna Hutchins y dejó herido al director Joel Souza, después de accionar un arma con balas reales que había sido suministrada por el utilero.

Según el relato de Alec (quien cabe mencionar es miembro-fundador de un grupo anti-armas en los Estados Unidos), realizó la escena que había practicado semanas atrás, después de escuchar el grito: ¡Arma fría!, pronunciado por el director minutos antes de la tragedia.

Dentro de las muchas coincidencias que ocurren en la vida -si es que estas existen-, es que el papel que interpretaba Alec era el de un hombre convicto por haber matado a alguien por accidente; el suceso antes referido me recordó la trágica muerte del actor Brandon Lee, mientras filmaba una escena para la película “El Cuervo”.

 

«La noticia antes referida ha causado gran polémica en los espectadores, por un lado, están los que afirman que Hollywood encubre muertes bajo el título de accidentes».

 

La noticia antes referida ha causado gran polémica en los espectadores, por un lado, están los que afirman que Hollywood encubre muertes bajo el título de “accidentes”, así como ocurrió con Fatty Arbuckle tras la muerte de Virginia Rappe o con el asesinato del director William Desmond Taylor, y, por el otro bando, estamos los que creemos que se trató de un caso de falta de profesionalismo del armero al suministrar proyectiles reales y, que la muerte de la directora de fotografía se debió a que, al ser una bala real, ya disparada, esta iba a continuar su curso hasta impactar en una superficie donde perdiera su energía. En este caso fue una perdida humana.

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Adenda: En tiempos donde las cercanías se han tenido que inventar y los podcasts se han convertido en el último salto tecnológico de la radio, para hacer de la voz humana grabada, una prolongación en el tiempo, descubrí a un grupo de profesionales y amigos, que se dedican a gozar de los libros, el cine y la música: Los iletrados. ¡Recomendados!

Estos cuatro personajes, hablan, transmiten y comparten desde una óptica que podría parecer «informal» -que tiemble el mundo académico-, sin embargo, por simple que parezca hacer fáciles las cosas difíciles, tiene inmersa una gran pedagogía que no cualquier persona posee.

Andrés Pulido, Víctor Muñoz, María del Mar Escobedo y Luis Carlos Guerrero, son genios que, a lo largo de 60 minutos, se encargan de llevarnos en un viaje por páginas, poemas, películas y canciones con una cuota de humor y buena vibra.

Por eso y más, les agradezco profundamente por brindarme un golpe de ficción a esta realidad abrumadora

Por: Nicolas Escobar Bejarano