El bloqueo de la vía Panamericana que en nuestro Departamento de Nariño nos sigue causando trastornos en la movilidad hacia y desde el Cauca y el Valle del Cauca, dentro de todas las secuelas malas que ha traído como es el caso del desabastecimiento de productos básicos como la gasolina, situación que ya se comenzó a superar, al menos nos ha servido para pensar en alternativas, que han demostrado su efectividad.
En primera instancia tenemos el caso de Tumaco, puerto que tradicionalmente ha sido desaprovechado en numerosos aspectos, pero que ahora, de manera paradójica con la ocurrencia del deslizamiento que taponó la carretera en el sector caucano de Rosas, fue mirado como escenario de planes de contingencia para enfrentar la emergencia con resultados ampliamente positivos.
Esto en razón a que no solo se puso de manifiesto el potencial que posee el puerto nariñense, sino que también colocó a Tumaco en la agenda del Gobierno Nacional, para la aprobación de importantes recursos para la puesta en marcha de transcendentales obras que se requieren con urgencia en esta zona de la costa Pacífica nariñense.
Hicimos ese preámbulo para manifestar que, en este mismo orden de ideas, se encuentra el proceso que se empezó a realizar en el aeropuerto San Luis de Ipiales, donde a través de la Cámara de Comercio de la ciudad fronteriza, bajo la dirección de su presidente ejecutivo, Iván Flórez, se llevan a cabo las gestiones que tienen como objetivo primordial, precisamente, que este terminal aéreo cuente con una mayor cobertura.
«Afirma un antiguo refrán que “no hay mal que por bien no venga”, lo que se comprueba en los casos de Tumaco y del aeropuerto San Luis de Ipiales, puesto que la emergencia suscitada por el cierre de la vía Panamericana, los sacó de su olvido y los colocó en el camino del progreso y desarrollo».
Al respecto, debemos reconocer que esa finalidad no solo es de ahora, con motivo de la emergencia que se vive en la vía Panamericana, sino que se trata de un propósito que se deriva de los episodios que se suelen presentar en el aeropuerto Antonio Nariño de Pasto, donde muchas veces el itinerario de los vuelos tiene que ser suspendido por el mal tiempo, motivo por el cual, el aeropuerto San Luis de Ipiales, siempre ha sido mirado como una alternativa para enfrentar esta problemática.
Es así como en estos instantes se procede a la adecuación del aeropuerto para recibir a las aerolíneas que han expresado su intención de incluir al aeropuerto San Luis de Ipiales, como escenario de sus operativos, en lo que se propone ser una expansión de servicios que sería ampliamente beneficiosa para los viajeros.
De esta manera, tal como lo manifiesta, el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ipiales, Iván Flórez, se están haciendo recorridos de inspección a la infraestructura del terminal aéreo y a los equipos técnicos, con la finalidad de cumplir con los requerimientos, que se necesitan para que otras aerolíneas puedan operar en el aeropuerto San Luis, como es el caso de Avianca.
Por ello, se han adecuado las oficinas y las salas de espera, puesto que, sin duda, esa expansión se reflejará en un mayor número de pasajero e igualmente se han hecho los trabajos requeridos para la adecuación de la pista que requiere un pavimento rígido por el peso de los aviones que van a llegar, por lo que se espera que el primer vuelo de prueba se realice el próximo 20 de febrero, en tanto que el primer vuelo comercial se ha programado para el 26 de marzo.
Afirma un antiguo refrán que “no hay mal que por bien no venga”, lo que se comprueba en los casos de Tumaco y del aeropuerto San Luis de Ipiales, puesto que la emergencia suscitada por el cierre de la vía Panamericana, los sacó de su olvido y los colocó en el camino del progreso y desarrollo.