Apoyemos a Steven

El primer paso para materializar la solidaridad es la divulgación; que llegue a oídos de personas que tengan poder de decisión
Aníbal Arevalo

Por: Aníbal Arévalo Rosero

Steven Quenorán es un adolescente de 15 años, estudia en grado ocho en el Inem de Pasto; es un chico alegre, con un gran sentido del humor, con gran interés por el estudio; sueña con un futuro prometedor: quiere ser cirujano estético y político para servir a la comunidad. Vive con su madre en uno de los sectores populares de la ciudad de pasto. Su progenitora es una madre soltera y no cuenta con el apoyo del padre del joven, pues nunca quiso reconocerlo. La situación familiar es bastante complicada puesto que la señora no tiene trabajo, y en ocasiones la llaman para hacer aseo en casas.

Esta situación se repite en muchos hogares que son victimas del desplazamiento, la falta de oportunidades o por no contar con mejor suerte y pertenecer a los cinturones de miseria; pero el caso de Steven va más allá: él valora el estudio como como un tesoro, por eso es un buen estudiante, le gusta charlar de manera amena y es muy colaborador con su madre. Es decir, tiene unas cualidades que sobresalen entre los jóvenes de hoy.

La particularidad de Steven es que nació con una condición que le impide desempeñarse como los demás jóvenes y que en la medida que va creciendo se le va complicando. El cuadro clínico que presenta es escoliosis congénita, consistente en una deformidad que presentan sus vértebras y que hace que le estén restringidas ciertas actividades físicas, como correr, hacer educación física y practicar deportes.

De igual manera, le representa que no pueda integrarse a los grupos de sus pares para entretenerse, pues el hecho de moverse le da dificultad para respirar. Este cuadro clínico de este joven es complicado porque tiende cada vez más a desviarse su columna vertebral.

Hemos tenido la oportunidad de dialogar con Steven y nos cuenta que viene empeñado en buscar una cirugía para corregir su malformación congénita. El paso más importante ha sido visitar la ciudad de Cali en la espera de que sea su EPS la que gestione para que en una clínica de esa ciudad se pudiera adelantar su intervención quirúrgica. Permaneció durante ocho meses con su madre en esa ciudad, pero los resultados, después de ese tiempo, no fueron los mejores: le dijeron que la cirugía es de alta complejidad y que no se la pueden realizar.

Esto le implicó, además, retirarse por un año de sus estudios y llegar con la noticia poco alentadora que le dieron en Cali que fue que el riesgo que corre al realizar el procedimiento quirúrgico en el país implica quedar parapléjico o, incluso, morir en el intento.

Ver: https://www.facebook.com/pag10com/videos/515985420632988

No obstante, también le dijeron, que siguiera buscando otras opciones como que la cirugía se la hicieran fuera del país, donde la tecnología sea más avanzada y se cuente con procedimientos que le garanticen unos resultados que le permitan mejorar su calidad de vida.

Hemos aprovechado las redes sociales para dar a conocer el caso y nos damos cuenta que, a la hora de ser solidarios, los colombianos nos tocamos el corazón; ello lo vemos evidenciado en la gran cantidad de veces que fue visualizado el video (más de 10 mil reproducciones), cientos de veces compartido y cantidad de comentarios con propuestas de apoyo como abrir una cuenta de ahorros para donar dinero o pedirle a la vicepresidenta Francia Márquez que se apersone del caso, tratándose de una situación de altísima sensibilidad humana.

Queremos hacer eco a través de nuestro medio de comunicación para que el caso se conozca ampliamente. Estamos en una etapa de divulgación. El primer paso para materializar la solidaridad es la divulgación; que llegue a oídos de personas que tengan poder de decisión, de personas que puedan ayudar material o estratégicamente, que la sociedad se conmueva con este y otros casos de niños y jóvenes que no contaron con mejor suerte para llevar una vida normal.

Este tipo de patologías se presentan hasta en un 3 por ciento de la población mundial, es por ello que buscamos a sus pares que han logrado superarla o al menos mejorar su condición física o una tecnología de avanzada, que en esta oportunidad se pueda aplicar en el caso de Steven Quenorán, el chico de Pasto que sueña con su cuerpo sin deformidades.

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