Guillermo Alfredo Narváez Ramírez

Apología del Cuy nariñense

En Nariño, sobre todo en Ipiales, en El Charco, en Pasto, en La Unión y otras poblaciones, el plato preferido de sus habitantes es el cuy asado.

El cuy es un herbívoro que es plato preferido en los hogares del sur de Colombia, en Nariño, pero sus orígenes son históricamente comprobados, vienen de muy lejos. Varios testimonios arqueológicos comprueban que en numerosos lugares de los Andes la presencia del roedor en ceremonias como entierros de indígenas y, como escribe Armando Montenegro, en una columna que tituló El cuy en Nueva York aún antes de cientos de años del llamado Imperio de los Incas. Y continúa afirmando que más tarde en el período colonial, se debe destacar una pintura famosa de la Catedral del Cuzco, allá en el Perú. En tal pintura se representa la Última cena de Cristo, con una interesante forma de sincretismo, que muestra como Jesucristo comparte con sus apóstoles la mejor de las viandas, a los ojos de los fieles, un plato de cuy acompañado de tubérculos y maíz.

Sobre el tema se debe mencionar que al menos dos cuadros semejantes se pueden encontrar en las iglesias de Quito, Ecuador, que describen la misma escena.

En síntesis, se puede afirmar que el cuy es un plato originario del Cuzco y del Ecuador, sobre todo de Cuenca.

 

«No tenga miedo y pruebe el cuy nariñense, no se arrepentirá, su sabor lo conquistará y sobre todo, estará consumiendo un alimento que mejorará su calidad de vida».

 

Es un plato típico en el suroccidente colombiano y de gran acogida en varios países andinos. Un cuy asado es una delicia para los habitantes del departamento de Nariño y de buena parte de Putumayo y Cauca. Su carne es tierna y aporta muchos nutrientes a los consumidores.

Además de tener un gran sabor, la carne de cuy tiene un alto valor alimenticio. Es baja en grasa, por lo que los nutricionistas recomiendan comerlo dos o tres veces por semana por encima del pollo o las carnes rojas, sobre todo las personas que padecen de colesterol alto.

La pregunta que más se hace es sobre el sabor de la carne de cuy.

Esta es una de las preguntas más comunes que se presentan al hablar de este tema, ya que cuando una persona prueba un sabor nuevo, siempre trata de compararlo con algo que ya conoce o que es más universal.

Para muchos el cuy sabe igual que el pollo, para otros les recuerda al conejo, inclusive hay algunos paladares que lo comparan con el pato.

Sin embargo, podemos decirle que la carne de cuy sabe exactamente a eso, a cuy. Así es, es deliciosa con un gusto muy particular que depende mucho de la forma como se prepare y sobre todo, con que se le acompañe.

Para cambiar esta mentalidad se necesita un trabajo inmenso para dar a conocer las grandes ventajas que tiene el consumo de la carne de cuy y también trabajar en su presentación, ya que se puede industrializar y comercializarla de modo que se mejore su presentación y no pierda su calidad alimenticia.

Hay que tener en cuenta que el motivo principal del consumo en el Perú es la tradición. Al ser un alimento andino miles de Nariñenses comen desde pequeños el cuy, es una costumbre muy arraigada. Si bien el principal mercado de exportación es Estados Unidos, los compradores son migrantes o hijos de migrantes, ya sean nariñenses, peruanos, ecuatorianos o algunos colombianos que no olvidan sus raíces, para el habitante de Estados Unidos promedio el cuy o conejillo de indias como lo llaman es una mascota no un alimento.

Por eso le recomendamos que no tenga miedo y pruebe el cuy nariñense, no se arrepentirá, su sabor lo conquistará y sobre todo, estará consumiendo un alimento que mejorará su calidad de vida.