En una noche llena de glamour y emoción, Angie Chávez, una joven de 22 años, fue coronada como la nueva Reina Nacional de la Caña y el Azúcar, un certamen celebrado en la ciudad de Cali.
Representando al departamento de Nariño, Chávez se destacó entre 15 talentosas candidatas, donde su elegancia, carisma, inteligencia y belleza cautivaron a los jurados y al público presente.
Desde su llegada al concurso, Angie mostró un compromiso inquebrantable y una preparación exhaustiva, convencida de sus capacidades y su talento. Cada ensayo y cada presentación fueron reflejo de su disciplina y entusiasmo, cualidades que le permitieron sobresalir en una competencia de alto nivel.
Formación
Su familia, un pilar fundamental en este proceso, la apoyó incondicionalmente, brindándole el respaldo necesario para enfrentar los desafíos de la competencia.
Angie Chávez es Administradora de Negocios Internacionales, habiendo completado sus estudios en la Universidad Mariana. También es egresada del colegio Carmelitas, donde cimentó su formación y cultivó sus habilidades de liderazgo.
Durante el certamen, Angie no solo se alzó con la corona de Reina Nacional de la Caña y el Azúcar, sino que también se destacó en otros reconocimientos, incluido el título de Reina Nacional de la Policía. Este doble logro resalta su capacidad para brillar en múltiples aspectos y su dedicación para representar causas importantes.
Dedicación
Más allá de los certámenes de belleza, Angie es una joven multifacética con una pasión particular por la danza. Su amor por el gimnasio también es notable, ya que se considera una entusiasta del ejercicio, un reflejo de su disciplina y dedicación.
Angie se caracteriza por su sencillez y humildad. Se describe como una persona transparente, que prioriza el bienestar de los demás y cuya alegría contagiosa genera un ambiente de tranquilidad a su alrededor. Estas cualidades humanas son tan importantes como su belleza exterior, y son las que realmente la hacen brillar como reina.
Orgullo
Con su corona, Angie Chávez tiene una gran responsabilidad y representar al departamento de Nariño con dignidad y orgullo, pero también visibilizar la industria panelera, una de las más importantes de la región.
Con su elegancia, inteligencia y carisma, se prepara para asumir este reto con la oportunidad de dejar una huella significativa en la industria y en el corazón de cada nariñense. Su historia es un recordatorio de que, con esfuerzo y pasión, los sueños pueden convertirse en realidad, iluminando el camino para las generaciones futuras.