La música popular de Nariño tiene una voz que la representa con orgullo, talento y autenticidad: la pastusa Angélica Arteaga, quien este mes celebra 21 años de trayectoria musical. Su vida artística ha estado marcada por la fidelidad a la música ranchera, un género que ha hecho suyo con identidad y sentimiento, convirtiéndose en una de las principales embajadoras culturales de la región.
Aunque es psicóloga de profesión, Angélica encontró en la música una forma de sanar, de conectar y de compartir emociones profundas con su audiencia. Desde muy joven decidió dedicar su vida al arte, y lo ha hecho sin renunciar a sus raíces. Con una propuesta que equilibra lo tradicional con lo propio, ha demostrado que el talento pastuso tiene lugar y reconocimiento en escenarios nacionales e internacionales.
Repertorio
Su carrera comenzó a los 15 años, cuando se subió por primera vez a un escenario en su tierra natal, Pasto. Desde entonces, no ha dejado de crecer. Además de cantante, Angélica es guitarrista y compositora, y ha creado un repertorio que expresa no solo su amor por la música mexicana, sino también una voz femenina fuerte, poética y nariñense.
Una pieza fundamental en su camino ha sido su agrupación, el Mariachi “Mazatlán”, con el que ha cultivado un trabajo artístico sólido y coherente. Más que un grupo de acompañamiento, el mariachi representa una familia musical que ha crecido junto a ella. Entre sus integrantes se encuentran músicos destacados como Robert Benavides y Harold Bolaños (trompetas), Carlos Gabriel Benavides (vihuela y coros), Jaime Arturo Sánchez (violín) y Álvaro Herazo (guitarrón). Con ellos, Angélica ha construido un sonido propio, lleno de emoción y calidad. Lejos de encasillarse, Angélica ha sabido posicionar su voz como una herramienta de identidad. Cada canción que interpreta es un homenaje a sus raíces, al alma de su gente y al legado de mujeres artistas que, como ella, han abierto camino con pasión y perseverancia.