En medio de un ambiente cargado de creatividad, compromiso juvenil y sentido de pertenencia, el corregimiento de Anganoy, en el municipio de Pasto, vivió una jornada especial con la inauguración del primer mural del proceso ‘Muralismo para la Vida’, una iniciativa liderada por la Secretaría de Cultura y la Dirección Administrativa de Juventud, que busca consolidar el arte como una herramienta de transformación social en los territorios.
Este colorido proyecto se enmarca en el trabajo articulado con el programa “Tejiendo Tradiciones, Forjando Futuros”, una estrategia formativa impulsada por la Secretaría de Cultura que ha permitido el fortalecimiento de las capacidades artísticas de jóvenes del municipio, a través de talleres, encuentros y procesos de creación colectiva que reflejan la identidad y la memoria de cada comunidad.
Jornada
La jornada de inauguración del mural ubicado en el salón comunal de Anganoy contó con la presencia de varias autoridades locales y líderes comunitarios: la secretaria de Cultura, María Mercedes Figueroa; la directora administrativa de Juventud, Valentina Zarama Moreno; el presidente del Concejo de Pasto, Andrés Meneses; el corregidor de Mapachico, Eduardo Botina, así como jóvenes, habitantes y representantes de organizaciones sociales del sector.
Resultado
El mural fue el resultado de un proceso participativo en el que 30 jóvenes estudiantes de Anganoy, junto con el artista formador Sebastián Bucheli, plasmaron sus ideas, sentimientos y aprendizajes adquiridos durante los talleres, en una obra colectiva que hoy da vida a uno de los espacios más representativos de su comunidad.
“Hoy nos encontramos en el territorio de Anganoy celebrando un proceso cultural y juvenil que ha sido posible gracias a la articulación entre la Secretaría de Cultura y la Dirección Administrativa de Juventud. En este territorio hay jóvenes comprometidos con el rescate de la memoria y con procesos fundamentales para repensar cómo habitamos nuevamente este espacio”, destacó Valentina Zarama, quien celebró la conexión entre juventud, territorio y arte. La obra no solo embellece el entorno urbano, sino que representa el sentir de una comunidad que encuentra en el arte un canal para expresar su historia, sus luchas, su cultura y sus sueños colectivos. Elementos propios de la tradición andina, símbolos de resistencia, y referencias al trabajo campesino y al territorio, son algunos de los componentes que integran este mural, pensado y ejecutado por los jóvenes del corregimiento.