Amada nació en 2016, fruto del sueño de dos jóvenes, una nariñense y una boyacense, que encontraron en el diseño de joyería una forma de expresar su amor por el arte, la autenticidad y el empoderamiento femenino. Lo que comenzó como una amistad en un intercambio en Inglaterra se transformó, años después, en una marca inspirada en la belleza interior de cada mujer, en su capacidad de amarse y reconocerse única.
Para una de sus fundadoras, Ana María Dallos y Andrea Revelo, arquitecta de profesión, el paso a la joyería fue un cambio natural. «Así como en la arquitectura diseño espacios para el ser humano, en la joyería encuentro la posibilidad de adornarlo, de resaltar su esencia a una escala más personal», cuenta. Este enfoque artístico, unido al conocimiento de técnicas de joyería colombiana y la pasión compartida con su socia, una ingeniera industrial, dio forma a una marca con un estilo propio y sofisticado.
Cada pieza de Amada es un símbolo de amor propio, pensado para hacer sentir a cada mujer especial y conectada con su esencia. Para sus creadoras, el nombre «Amada» no es casual; representa el poder de valorarse, de celebrar la feminidad y compartirla en cada accesorio, como una declaración de autenticidad.
Con una tienda en línea que les permite llegar a toda Colombia, y con planes de expansión internacional, Amada sigue creciendo, explorando nuevos caminos y mercados. Aunque ahora viven en diferentes ciudades, la conexión entre estas dos amigas es inquebrantable. Siguen unidas por la misión de llevar un mensaje de amor propio y sororidad a través de sus creaciones, haciendo que cada joya de Amada sea más que un accesorio: es un símbolo de la fuerza y la belleza de ser mujer.