El pasado 6 de noviembre, altos ejecutivos del holding Ecopetrol sostuvieron una reunión en la sede de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, en Bogotá, que se prolongó por al menos dos horas y generó inquietudes por el contexto en el que se realizó.
Aunque el encuentro fue a puertas cerradas, fuentes de alto nivel citadas por el medio revelaron que participaron funcionarios responsables del área de cumplimiento y gestión del riesgo de la petrolera estatal.
Entre los temas abordados estaría el posible impacto que tienen sanciones estadounidenses recientes sobre Colombia en la operación de la empresa, así como la eventual inclusión de ejecutivos o funcionarios en la denominada “Lista Clinton” o listas de la OFAC. Dicho cuidado surge luego de que el presidente Gustavo Petro, su familia y otros altos representantes del gobierno fueran añadidos a listas de control por parte de EE.UU. el pasado 24 de octubre.
También se habría abordado la presencia de ciudadanos estadounidenses vinculados a la empresa o a sus operaciones en Bolsa, lo que genera especial atención para los reguladores internacionales ante eventuales sanciones o restricciones financieras.
La reunión adquiere relevancia debido al momento diplomático entre Colombia y los Estados Unidos, marcado por una tensión creciente en temas de política exterior, sanciones y relaciones de inversión. En ese contexto, la participación de una empresa estatal que cotiza en la Bolsa de Nueva York añade un componente estratégico al encuentro.
Por ahora, Ecopetrol no ha hecho pública una declaración detallada sobre el contenido de la reunión. Las autoridades estadounidenses tampoco han revelado información oficial. La falta de transparencia ha alimentado especulaciones tanto en analistas económicos como en el sector energético.
El desarrollo de este encuentro será seguido de cerca por los mercados, los reguladores y los actores del sector energético, pues cualquier indicio de sanción sobre funcionarios de la empresa o restricciones a sus operaciones internacionales podría tener efectos económicos y reputacionales para la empresa y para el país.

