Salchichas con veneno en parques generan alarma entre propietarios; autoridades recomiendan usar correa y llevar mascotas al veterinario inmediatamente ante síntomas
Una ola de envenenamiento de mascotas en el norte de Bogotá ha encendido las alarmas entre los propietarios de animales de compañía. El caso más reciente y doloroso fue el de Lucky, un perro golden retriever de 14 años que murió el martes 9 de diciembre tras ingerir una salchicha envenenada en el barrio Cedritos, específicamente en la carrera 15 con calle 148.
El incidente ocurrió alrededor de las 10:00 a.m. cuando los dueños del animal abrieron la puerta para recibir al jardinero. Lucky salió al patio y minutos después comenzó a presentar síntomas graves de intoxicación. Carolina Jiménez, una de las propietarias, relató el dramático momento: «Le abrimos la garganta y le sacamos bolsas de empaques de salchichas. La veterinaria nos dijo que era un veneno muy letal porque su muerte fue muy rápida, él lo ingirió y a los 20 o 30 minutos ya había fallecido».
La familia llevó a Lucky de urgencia al veterinario, pero el veneno actuó con tal rapidez que no pudieron salvarlo. Al revisar, los médicos veterinarios extrajeron restos de bolsas de empaques de salchichas de su garganta, confirmando la sospecha de envenenamiento intencional. El caso fue reportado por la Plataforma ALTO, organización que denuncia maltrato animal, y se viralizó en redes sociales generando indignación.
Este no es un caso aislado. La modalidad se ha repetido en diversos sectores del norte de Bogotá, especialmente en Cedritos, Teusaquillo y Palo Blanco. Hace algunos meses, un perro de raza samoyedo fue víctima de la misma modalidad en el mismo sector de Cedritos, aunque en esa ocasión el canino logró sobrevivir. Días después del caso de Lucky, murió un gato comunitario llamado Nitri en el barrio Palo Blanco tras ingerir una sustancia tóxica.
Según la Plataforma ALTO y organizaciones defensoras de animales, los atacantes emplean químico para ratas mezclado con alimentos como salchichas u otros embutidos para envenenar a las mascotas que transitan por parques y espacios públicos. Las autoridades presumen que estos actos están motivados por conflictos de intolerancia entre vecinos o rechazo hacia los animales de compañía.
El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal emitió un llamado urgente a la ciudadanía para estar en alerta, especialmente en zonas comunes como calles y parques donde los animales están más expuestos a olfatear o ingerir alimentos contaminados. El uso de traílla y correa es fundamental para controlar al animal y evitar que consuma sustancias desconocidas del suelo.
Las autoridades también difundieron recomendaciones para actuar en caso de envenenamiento. Lo primero y más importante es acudir de manera inmediata al veterinario, ya que cada minuto es vital. Si no es posible llegar de inmediato a un centro veterinario, se puede intentar inducir el vómito administrando con jeringa: un mililitro de agua oxigenada por cada kilogramo de peso del animal, entre una y tres cucharadas completas de sal diluidas en un vaso de agua, o entre dos y ocho miligramos de carbón activado diluido en agua.
Los síntomas de envenenamiento incluyen aumento de la salivación o espuma en la boca, vómito y diarrea, dificultad para respirar, temblores o convulsiones, debilidad o colapso, inquietud o hiperactividad, y pupilas dilatadas. Es fundamental recoger una muestra del material sospechoso ingerido y presentarla al veterinario junto con una muestra de vómito si es posible.
El Instituto de Protección Animal reveló que durante 2024 recibió 30 casos de mascotas envenenadas. Sin embargo, muchos de estos animales llegaban ya sin signos vitales. «La atención para casos de envenenamiento o intoxicación tiene que darse básicamente de manera inmediata», explicó Sergio Macana, funcionario del instituto.
Abandonar sustancias venenosas en lugares frecuentados es una conducta tipificada como cruel en la Ley 84 de 1989, y constituye delito de maltrato animal. Las autoridades hacen un llamado a denunciar cualquier caso o sospecha a través de la Línea 123, con el fin de prevenir que más animales sean víctimas. Es fundamental contar con material probatorio como resultados de necropsia, videos, fotos y testimonios para fortalecer las investigaciones.

