Ante la detención del alcalde de Pupiales, Wylton Belalcázar Gaón, la comunidad del municipio está a la espera de una determinación, la cual podría ser la realización de unas elecciones atípicas.
El mandatario municipal fue privado de la libertad el pasado 26 de junio, acusado de actividades relacionadas con el narcotráfico, lo que lo tendría en riesgo de ser extraditado a Estados Unidos.
Al respecto se conoció que se ha enviado un oficio formal a la Fiscalía General de la Nación, mediante el cual se solicita información actualizada sobre el proceso judicial que enfrenta el mandatario Belalcázar Gaón. Esto en razón a la incertidumbre jurídica que se vive en estos momentos en Pupiales, dado que desde su detención no se han tenido noticias sobre el desarrollo del proceso y la situación jurídica del implicado.
En ese sentido, señaló un vocero de la comunidad, lo que se busca es tener una claridad institucional y jurídica, frente al estado actual del proceso y las consecuencias que esto tendría en la administración municipal de Pupiales. Esto en razón a que, desde la fecha de la captura, no se ha recibido ninguna clase de comunicación oficial por parte de la Fiscalía General de la Nación en torno al caso, lo que imposibilita tomar decisiones em torno a la posibilidad de un eventual relevo en la Alcaldía.
¿Nuevos comicios?
Al respecto, es de señalar que, de acuerdo con los parámetros de la ley colombiana, sí un alcalde es destituido o condenado y no ha cumplido 18 meses en el cargo, la respectiva Gobernación del departamento al que pertenezca, debe convocar a elecciones atípicas en el municipio.
De esta manera, en el caso que atañe a Pupiales, el alcalde Belalcázar Gaón asumió funciones el primero de enero de 2024, lo que significa que en caso de ser ratificada su extradición o condena, se tendría que recurrir a la convocatoria de nuevas elecciones, para elegir a su reemplazo.
Es de anotar que él fue elegido el 29 de octubre del 2023, con más de 6 mil votos y durante su campaña política, rechazó de manera enfática las acusaciones que se le hicieron de liderar una red del narcotráfico, lo que atribuyó a calumnias de sus contradictores políticos.
Las sindicaciones
El alcalde de Pupiales, Wylton Belalcázar Gaón, fue detenido por presuntamente ser el cabecilla de una red transnacional de narcotráfico que enviaba cocaína desde el sur de Colombia hacia Estados Unidos, operación que estaba siendo investigada por una corte del distrito este de Missouri.
Se recuerda que, en el procedimiento de captura de Belalcázar Gaón, también fueron detenidas dos hermanas, identificadas como Sandra Milena y Janeth Margoth Yela, operación que fue realizada de manera conjunta entre el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la DEA.
La acción se llevó a cabo en la mañana del viernes 27 de junio del presente año, en Ipiales, zona fronteriza con el Ecuador, como respuesta a una solicitud de extradición emitida por Estados Unidos.
Investigación internacional
De acuerdo con la investigación internacional, las personas detenidas harían parte de una red de narcotráfico, dedicada a la producción y exportación de clorhidrato de cocaína, según el comunicado que dio a conocer la Fiscalía General de la Nación.
Al respecto, las autoridades informaron que la organización, operaba en zonas rurales de Pasto, Ipiales, Samaniego y Santacruz de Guachavés, en el departamento de Nariño, desde donde se trasladaba la droga a zonas de la costa Pacífica, para su envío hacia Estados Unidos.
En el expediente de este caso, se acusa al alcalde de Pupiales, Belalcázar Gaón, el papel de jefe de la estructura criminal, al ser, según el informe de los entes investigadores, el encargado de la financiación y logística, para el procesamiento y el envío al exterior de la cocaína, recursos que al parecer provenían de Cali, en el departamento del Valle.
Mientras tanto a las hermanas Yela Ortega, se les atribuye el papel de supervisoras de los laboratorios de producción de cocaína, encargadas del personal, así como la elaboración de las marquillas, que se utilizaban para identificar a los cargamentos.
En el marco de las pesquisas también se indicó que algunas veces la droga era llevada a Ecuador, donde por vía marítima era enviada a Centroamérica o, en otros envíos, los paquetes con la cocaína eran ocultados entre cargas de papa y llevados en camiones hasta la Guajira, donde se les embarcaba en lanchas rápidas hacia República Dominicana o Puerto Rico.

