El caso fue denunciado ante la Fiscalía General de la Nación, luego de que se evidenciara que los equipos sustraídos contenían documentos confidenciales que estaban siendo objeto de análisis por parte de un grupo técnico especializado. Dicho equipo trabajaba sobre una serie de inconsistencias detectadas en el manejo interno de la Secretaría, varias de las cuales ya habían sido puestas en conocimiento de los organismos judiciales competentes.
Según el informe preliminar, entre las posibles anomalías identificadas figuran la expedición de licencias urbanísticas aparentemente irregulares, cobros indebidos por trámites oficiales y presunto favorecimiento a particulares en decisiones administrativas. Estos hallazgos habrían comprometido tanto a exfuncionarios de anteriores administraciones municipales como a propietarios de predios ubicados en zonas estratégicas de la ciudad.
Lo más alarmante, según fuentes consultadas, es que algunos de estos sectores habían sido objeto de desarrollos urbanísticos, a pesar de tener restricciones ambientales, normativas o técnicas que debían impedir cualquier tipo de intervención.
A pesar del hurto, la Alcaldía de Pasto ha informado que toda la información relacionada con el POT y la investigación correspondiente está respaldada en archivos institucionales, por lo que los datos no se han perdido. Lo único afectado fue el equipo físico, es decir, los computadores, los cuales fueron sustraídos sin que hasta el momento se conozcan responsables del hecho.
Este episodio ha generado serias suspicacias entre la opinión pública, que exige una investigación a fondo para determinar si el robo fue un intento deliberado por obstruir procesos judiciales en curso o si se trató de un acto criminal común. Las autoridades ya han iniciado las indagaciones pertinentes y se espera que en los próximos días se entreguen avances sobre este caso que podría destapar una red de corrupción en el manejo del ordenamiento territorial de la capital nariñense.