Por Calos Eduardo Lagos
Al conmemorarse un nuevo aniversario del fusilamiento en Popayán del General Agustín Agualongo, recordamos la vida y obra de este líder Pastuso, nacido el 25 de agosto de 1780. Su trayectoria, marcada por una lealtad inquebrantable a la corona española, es un capítulo clave en la historia de las guerras de independencia en la Nueva Granada.
Agualongo, hijo de Manuel Agualongo y Gregoria Cisneros, provenía de una familia humilde. La historiadora Lydia Inés Muñoz Cordero ha destacado su linaje noble yanacona, tributario del imperio incaico. Antes de su carrera militar, trabajaba como pintor al óleo, con obras aún conservadas en Pasto. En 1811, a los 31 años, se unió a las milicias realistas para defender a la ciudad contra los independentistas de Quito, destacándose en batallas como la Tarabita de Funes (1809) y Buesaco (1812), donde su valentía le valió ascensos hasta alcanzar el grado de coronel.
Pasto, era un bastión realista, que mantuvo una fuerte lealtad a la corona, viendo en ella estabilidad frente a las inciertas promesas republicanas. La defensa de la causa realista en Pasto fue un fenómeno complejo, resultado de una combinación de lealtad a la corona, no vulneración de la «palabra dada», defensa de las tradiciones, temor al cambio y búsqueda de oportunidades dentro de la estructura social y política existente. Agualongo lideró esta resistencia, enfrentándose a figuras como Simón Bolívar, Sucre y Obando, entre muchos otros líderes de la independencia. En la Batalla de Ibarra (1823), aunque derrotado, escapó y reorganizó sus fuerzas, demostrando su tenacidad.
Capturado en 1824 en “El Castigo” por Obando, Agualongo rechazó jurar lealtad a la República. El 13 de julio de 1824, en Popayán, fue fusilado con su uniforme de coronel, exclamando: “Quiero morir cara al sol, mirando la muerte de frente, sin pestañear y firme como mi suelo y estirpe”. Sus restos reposan en la Capilla del Cristo de la Agonía en Pasto.
Agualongo es un símbolo de resistencia en Pasto, aunque la historiografía nacional lo ha marginado. Historiadores como Lydia Ines Muñoz, Sergio Elías Ortiz y Enrique Herrera, entere otros, reivindican su rol en la compleja construcción de la nación colombiana, destacando su lucha por las comunidades indígenas frente a las políticas republicanas.
Por lo que vale la pena recordar que una vez consolidada la república se estigmatizó a los pastusos por estos hechos de oposición a la independencia, caricaturisándolos con los chistes y cuentos que tratan de ridiculizar a nuestra noble población!