Tumaco vuelve a ser noticia por una razón que inspira orgullo y esperanza. Gracias a la gestión de la Alcaldía Distrital de Tumaco, a través de la Casa Lúdica y con el respaldo de la iniciativa de Diplomacia Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores, la agrupación Kibantu emprendió un viaje que trasciende fronteras: representar a Colombia en el continente africano.
Esta delegación artística, conformada por jóvenes talentosos del puerto nariñense, lleva en su voz, sus tambores y sus pasos de danza la identidad de una región que ha convertido la resiliencia y la alegría en su principal estandarte.
Diversidad
En Sudáfrica, Kibantu participa en un intercambio cultural que busca fortalecer los lazos entre comunidades afrodescendientes de América Latina y África, promoviendo el reconocimiento de las raíces compartidas y la riqueza de la diversidad.
Durante su estancia, los jóvenes vivirán una agenda formativa y cultural que incluirá talleres de danza tradicional, música, liderazgo juvenil y cooperación internacional. Este espacio no solo permitirá el crecimiento artístico de los participantes, sino que impulsará su desarrollo personal, fomentando valores de disciplina, respeto y trabajo en equipo.
La Casa Lúdica de Tumaco, reconocida por su labor en la promoción de la cultura, la educación y la convivencia pacífica, ha sido una plataforma clave para la transformación social de cientos de jóvenes. Su articulación con Cancillería demuestra que la diplomacia también se construye desde el arte y la creatividad, abriendo caminos de diálogo entre pueblos y generaciones.
Experiencia
Para el mandatario local, este logro simboliza la capacidad de Tumaco de proyectarse al mundo como un territorio de paz, talento y oportunidades. “Nuestros jóvenes son embajadores de una nueva historia para el Pacífico colombiano, una historia que se escribe con ritmo, color y esperanza”, destacó Felix Henao.
El viaje de Kibantu a Sudáfrica no es solo una experiencia artística; es una muestra de cómo la cultura puede convertirse en un puente de entendimiento global. Tumaco demuestra, una vez más, que su verdadera riqueza está en su gente, en su arte y en su firme compromiso con un futuro mejor.