EL AGARRÓN NÚMERO 3.544 ENTRE PETRO Y URIBE

El presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe Vélez, vuelven a su estado natural,  agarrados como perros y gatos,  efectos colaterales al fallo de culpabilidad en primera instancia en contra del exmandatario nacional.

“El que toca mano, toca cara”, decíamos en el colegio, cuando había conato de pelea y en este caso, el que primero tocó mano fue Petro, quien le propuso a Uribe, que fueran ante la JEP, a contar algunas verdades.

Lo cierto es que esa invitación , no le gustó ni cinco, y lo que hizo fue sacarle a Uribe, una piedra más grande, que la de Bolívar en Consacá, por lo que le respondió: “Cuando usted renuncie al indulto por el cual yo voté, aclare el dinero que recibió en oscuras bolsas, se haga un examen toxicológico, y cuando Juan Manuel Santos le pida a los americanos que publiquen el dossier de Odebrecht, tendrá usted por lo menos algo de honor para tan siquiera poder hacer esa sugerencia”, dijo Uribe colorado y temblando de la ira.

Nos referimos a una reacción lógica ya que el expresidente no está por estos días para esas invitaciones, luego del fallo de culpabilidad en su contra y, cuando la jueza Sandra Heredia, está a pocas horas de anunciar su pena de prisión, lo que será mañana a las 2 de la tarde.

A propósito, nos cuentan que la jueza anda desesperada viendo a ver quién le manda desde Pasto, los “caramelos de jengibre” de esos que venden en la Plaza de Nariño, puesto que luego de hablar durante más de 10 horas, la pobre quedó con su garganta seriamente averiada.

Pero, veamos cuál fue la respuesta del presidente Gustavo Petro, quien como todos lo sabemos compra peleas cuando están en promoción:  “No estoy intoxicado, no he dejado salir sangre por litros ni mía, ni de nadie, Ni me gusta el aguardiente. Otros se intoxican del poder y del crimen, mantengo mi espíritu libre. No tengo indulto que renunciar, nunca lo recibí; estuve en la cárcel preso y no me dieron prisión domiciliaria, eso sí me torturaron 7 días”.

De esta manera, Petro y Uribe, siguen sacándose los trapitos sucios al sol, en su pelea que creo  que es la número 3.544, a la que  ya se les comienzan unir otras personas, como las senadoras  del Centro Democrático, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, capaces de matar y comer del muerto, si cualquier parroquiano se  atreve a hablar mal del expresidente Uribe en su presencia. ¡Dios y la virgen nos favorezcan de cometer semejante pecado!