Afectados sin pavimento

Afectados sin pavimento

La comunidad del barrio José Eustasio, en Pitalito, vive una situación que describen como insostenible. La pavimentación ubicada entre las calles 24 y 25 fue destapada hace varios meses con la promesa de adelantar un proceso de reparación, pero desde entonces según denuncian los vecinos la obra quedó en completo abandono. Lo que debía ser un arreglo temporal se convirtió en un foco permanente de riesgo, deterioro y afectaciones para cientos de familias que diariamente transitan por el sector.

Los habitantes aseguran que el panorama se ha vuelto crítico. Diego Cruz, residente del barrio desde hace más de cuatro años, explicó que la movilidad es prácticamente imposible: “Los huecos están cada vez más profundos. Entrar o salir en carro es un suplicio. Ya varios vecinos han tenido daños graves en sus vehículos”. Esta situación, sostiene, ha incrementado el costo de vida y generando incertidumbre, especialmente para quienes trabajan con sus propios medios de transporte.

A la problemática se suma un impacto directo en la seguridad de la zona. Sandra Hurtado, otra de las afectadas, señaló que las vías en mal estado han facilitado que personas ajenas al sector se oculten entre los montículos de tierra y escombros, aprovechando la poca visibilidad y el nulo alumbrado en algunos tramos. “Aquí hemos tenido hurtos y situaciones incómodas. La calle destapada se volvió un escondite”, afirmó preocupada.

Pero el deterioro también está generando consecuencias en salud pública. Según testimonios de los vecinos, como el de Aurora Jaramillo, el polvo es permanente y afecta especialmente a adultos mayores y niños. Las lluvias, además, convierten la zona en un lodazal, creando criaderos de mosquitos y malos olores. “Hay días en que no podemos ni abrir las ventanas por la cantidad de polvo. Y cuando llueve, esto parece un pantano”, relató.

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Ante la falta de respuestas efectivas, algunos residentes incluso han tomado la difícil decisión de mudarse temporalmente. Sebastián Cerquera nos cuenta que él junto con la comunidad insiste en que han elevado solicitudes formales ante la Secretaría de Infraestructura y Planeación Municipal, pero, según ellos, no han recibido un cronograma claro de intervención ni una visita técnica para evaluar la gravedad del problema. El llamado es urgente: piden que la administración municipal asuma con responsabilidad el compromiso adquirido y restablezca la pavimentación, antes de que la afectación avance a un punto irreversible.

Los vecinos advierten que, de no obtener respuestas en los próximos días, organizarán nuevas acciones comunitarias y elevarán la denuncia a instancias departamentales. Entre la incertidumbre y el desgaste, lo único claro para la comunidad es que esta vía no puede seguir abandonada. La solución, dicen, no puede esperar ni un día más.