Para 2025, la Estrategia Nacional BIM establecía como meta que la adopción de esta metodología en los proyectos públicos del país estuviera entre 85% y 100%, dentro del proceso gradual que culminará en un mandato nacional para proyectos de orden nacional o cofinanciados en 2026. Sin embargo, según la Encuesta Nacional BIM de Camacol, Colombia registra un avance del 52%, una diferencia significativa frente a la meta prevista y que hace necesario acelerar la madurez digital durante el próximo año para que el país llegue listo al inicio del mandato oficial.
La diferencia entre la meta y el avance actual responde a barreras estructurales que el sector reconoce desde hace años. La Estrategia Nacional BIM señala que persisten problemas de fragmentación, baja estandarización y limitadas capacidades digitales, además de una fuerte dependencia de procesos manuales que dificultan la interoperabilidad entre actores. A esto se suma un entorno marcado por sobrecostos y variaciones en los tiempos de entrega, donde aún no se aprovecha el potencial de trabajar con modelos coordinados y sistemas de información integrados
“Si Colombia quiere cerrar la brecha que hoy existe necesita acelerar la adopción de BIM y dejar atrás los procesos fragmentados y las metodologías tradicionales que frenan la modernización del sector. La formación técnica, la interoperabilidad y la colaboración entre actores deben convertirse en prioridades inmediatas para que el país llegue preparado al mandato de 2026.” Patricio Zapata, Customer Success Manager Latam de Graphisoft.
Avanzar en esa dirección exige fortalecer de manera acelerada en consolidar estándares abiertos que permitan trabajar bajo un mismo lenguaje digital, ampliar la formación especializada en toda la cadena de valor y asegurar que las entidades públicas integren BIM desde la planeación y no solo en etapas contractuales. También será clave contar con guías técnicas y plantillas estandarizadas que faciliten la adopción práctica y reduzcan la fragmentación que hoy afecta al sector. Estos elementos, combinados, permitirían cerrar la brecha actual y preparar al país para el mandato de 2026.
Los beneficios de implementar esta metodología se reflejan en mejoras directas en eficiencia, costos y calidad de los proyectos. Además, el uso de modelos coordinados y flujos digitales puede reducir hasta 41% los sobrecostos y generar ahorros cercanos a 20% en la fase de entrega, asi como anticipar inconsistencias y optimizar el uso de materiales desde las etapas iniciales. BIM también contribuye a mejorar el rendimiento energético, disminuir el impacto ambiental y reducir riesgos durante la construcción, mientras ofrece mayor trazabilidad y control operativo a lo largo del ciclo de vida de cada proyecto.
“BIM no es sólo una exigencia técnica, es una oportunidad para que Colombia eleve la calidad y la eficiencia de sus proyectos. A medida que más equipos adopten modelos digitales y trabajen de forma coordinada, el país podrá reducir incertidumbres, optimizar recursos y construir infraestructura más confiable y sostenible.” añadió Zapata
Finalmente, el país tiene la posibilidad de alcanzar la adopción necesaria durante el próximo año siempre que fortalezca sus capacidades técnicas, mejore la articulación entre actores y consolide procesos más estandarizados. Este avance no solo permitiría una transición ordenada hacia BIM, sino que también impulsaría proyectos mejor planificados, más sostenibles y más eficientes para todo el país.

