Qué terrible noticia sobre el feminicidio en Ciudad Bolívar y el posterior suicidio del agresor, un miembro activo de la Policía Metropolitana de Bogotá. Es impactante que esto haya ocurrido en un salón de belleza, el lugar de trabajo de la víctima, Yesica Paola Chávez Bocanegra, de tan solo 26 años. Y aún más desgarrador es saber que dos menores han quedado huérfanos a causa de esta violencia.
La confirmación del teniente coronel John Fernando Díaz detalla un hecho lamentable donde una mujer pierde la vida a manos de su expareja, quien luego se quitó la vida. La presencia del CTI y la policía en la escena subraya la gravedad de la situación.
Según el periodista Leonardo Ballesteros, la brutalidad del ataque, con aproximadamente diez disparos e incluso la recarga del arma, es escalofriante. La información de El Universal sobre los antecedentes de violencia física y psicológica del agresor, Andrés Julián Meza Ramírez, de 36 años, y su negativa por parte de Yesica a continuar la relación, pinta un cuadro trágico y previsible. Es alarmante que, a pesar de estar en servicio activo, Meza tuviera antecedentes judiciales por violencia intrafamiliar en 2019 y 2024, según Q’hubo.
Las cifras del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género para los meses de enero y febrero de 2025, con más de 27,000 casos de violencia atendidos en Bogotá, de los cuales la gran mayoría fueron por actos de violencia, reflejan una problemática profunda y extendida. Los cuatro feminicidios registrados por la Fiscalía en el mismo periodo en diferentes localidades de Bogotá son una muestra trágica de esta realidad.
Lamentablemente, la noche del martes también fue escenario de otro hecho violento en la localidad de Rafael Uribe Uribe, donde una discusión familiar terminó con una mujer asesinando a su madre con un martillo y luego quitándose la vida. Aunque los detalles aún son escasos y se espera un pronunciamiento oficial, este suceso añade una capa más de tristeza y preocupación por la violencia que se vive en la ciudad.