El amanecer del pasado viernes trajo una noticia que sacudió al barrio Doce de Octubre, al sur de Pasto. En medio del silencio de un polideportivo abandonado, fue hallado el cuerpo sin vida de un hombre identificado como Luis Alberto, conocido cariñosamente por todos como ‘Pují’, un personaje querido y recordado por su talento musical, pero también por las difíciles circunstancias que marcaron su vida en los últimos años.
El hallazgo se produjo hacia las 6:40 de la mañana, cuando un grupo de vecinos observó algo extraño en una esquina del viejo escenario deportivo, ubicado a pocos metros del CAI CCP. Según relataron, el cuerpo yacía inmóvil, rodeado de objetos personales y con signos visibles de haber permanecido allí por varias horas. Uno de los testigos, visiblemente alterado, comentó:
Levantamiento
“Ahí está el Pují, eso hierve en moscas”, frase que rápidamente se propagó entre los habitantes del sector, generando alarma y tristeza. Hasta el lugar llegaron patrullas del Centro de Atención Inmediata (CAI), que acordonaron la zona mientras la unidad de Policía Judicial (SIJIN) adelantaba la inspección técnica. Conforme al artículo 214 del Código de Procedimiento Penal, los agentes realizaron el levantamiento del cadáver y la verificación minuciosa de la escena.
Las primeras observaciones indicaron que no existían signos de violencia externa ni heridas que permitieran inferir un ataque o homicidio. Sin embargo, las condiciones del entorno —presencia de envases plásticos, fragmentos de papel aluminio y rastros de consumo— sugieren una posible relación con el uso de sustancias estupefacientes, hipótesis que hoy constituye la principal línea de investigación.
Sobredosis
El cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde los especialistas adelantan la necropsia médico-legal. Los resultados serán determinantes para establecer si el fallecimiento fue producto de una sobredosis, un paro cardiorrespiratorio o una causa natural agravada por el consumo prolongado de drogas.
Por su parte, la Fiscalía General de la Nación abrió una indagación preliminar, con el fin de descartar la participación de terceros y reconstruir las últimas horas de vida de la víctima. Vecinos del sector han manifestado que, en los días previos, ‘Pují’ había sido visto merodeando la zona, aparentemente bajo los efectos de alucinógenos y sin compañía.
En el Mercado El Potrerillo, donde solía presentarse tocando guitarra o ayudando a descargar frutas y verduras, su muerte fue recibida con pesar. Allí, muchos lo recuerdan como un músico callejero lleno de carisma, capaz de animar una jornada con una simple melodía.
“Era un hombre noble, de buen corazón. A veces venía con su guitarra y cantaba por un café o un pan. No merecía ese final”, expresó una comerciante que lo conoció por más de diez años. Sin embargo, su vida no estuvo exenta de sombras. Varios vecinos mencionan que desde hace tiempo ‘Pují’ había caído en el consumo de drogas, lo que deterioró su salud y lo alejó de su familia.

