La inseguridad está carcomiendo a Pasto como un cáncer agresivo que tiene a la ciudadanía en vilo, ante ese acoso feroz de los delincuentes, en una situación que amerita la puesta en marcha por parte de las autoridades de medidas especiales.
Lo que hoy tiene a los moradores de la capital nariñense, es un delito callejero, pero que tiene un altísimo impacto, como lo es, los robos y atracos que, a todas horas del día, se perpetran en las calles, por parte de motocicletas.
Ahora, estos malhechores no solo se dedican a arrebatar carteras o bolsas, sino que ahora “trabajan” en parejas de motos para intimidar a sus víctimas, con armas de fuego, como le ocurrió de manera reciente a un concejal que fue despojado de sus pertenencias.
En ese sentido, de acuerdo con las denuncias de la ciudadanía, se tiene que este delito, es el que mayor número de veces se produce en Pasto, a lo largo del día, con el agravante que se ha intensificado de manera intolerable en el transcurso de los últimos días, a pesar de que en muchos casos se hayan registrado episodios donde las comunidades afectadas han estado a punto de linchar a los responsables e igualmente, hayan procedido a incinerar sus motocicletas.
A la par con este odioso delito que nos tiene a todos al borde de un ataque de nervios, tenemos que también se han incrementado los atracos en contra de los taxistas, hecho que también viene aumentando de manera alarmante y, que, de paso perjudica a las comunidades, puesto que, ante los reiterados episodios de inseguridad, muchos de los conductores han optado por no prestar el servicio, en especial en las horas de la noche.
De esta manera y, ante el panorama tan desalentador que estamos viviendo en materia de seguridad, nos parece que las autoridades, le deben echar una mirada al pasado, en lo relacionado con los operativos especiales que se llevaban a cabo antaño.
«Por lo pronto, nuestro llamado es para que no nos dejemos ganar de la delincuencia que se ha tomado las calles de Pasto y en este rol, naturalmente, las autoridades locales deben ser las grandes protagonistas. Es tiempo de reaccionar para que nuestra ciudad de Pasto, recupere una seguridad de la que durante mucho tiempo hizo gala, al ser considerada como una de las urbes más seguras del país».
En ese sentido, recordamos que hace algún tiempo existía la figura del “alcalde nocturno”, un funcionario que era de mucha utilidad, no solo en lo referente a la prevención de hechos delictivos, sino en el control de los conductores de carros y motocicletas en estado de embriaguez.
También nos parece que la ciudadanía está pidiendo a gritos, las acciones policivas que se conocían como las “Tomas a Pasto”, las cuales consistían en requisas sin previo aviso, que se realizaba durante gran parte del día, con énfasis en el centro de la ciudad. Se trataba de operativos, en los que se decomisaba un elevado número de armas blancas, a la vez que permitía la captura de personas que eran requeridas por las autoridades para que respondieran por diferentes delitos.
Es así como, durante mucho tiempo, las “Tomas de Pasto”, mostraron su eficacia en lo referente al mejoramiento de la seguridad, por lo que consideramos ante la fuerte ofensiva de la delincuencia criolla, de manera obligada, debemos fijar la mirada en el retrovisor y pensar en su reactivación, así ahora haya otros métodos, quizá más modernos, pero que ante lo que estamos viendo no constituyen una completa garantía a la ciudadanía.
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Por lo pronto, nuestro llamado es para que no nos dejemos ganar de la delincuencia que se ha tomado las calles de Pasto y en este rol, naturalmente, las autoridades locales deben ser las grandes protagonistas. Es tiempo de reaccionar para que nuestra ciudad de Pasto, recupere una seguridad de la que durante mucho tiempo hizo gala, al ser considerada como una de las urbes más seguras del país.

