En un drama que ha sacudido a la comunidad de Ipiales, un hombre identificado como Wilson Pantoja, docente en una institución educativa, ha sido llevado tras las rejas bajo fuertes acusaciones de abuso sexual contra su propia hija. Los detalles que han surgido durante la investigación son más que desgarradores, describiendo un patrón de abuso y manipulación que ha devastado la vida de la joven.
Según el material probatorio reunido por un fiscal del Centro de Atención Integral de Víctimas de Abuso Sexual (CAIVAS), un juez penal de Ipiales ha ordenado la medida de aseguramiento en un establecimiento carcelario para Pantoja. Las acusaciones en su contra incluyen acceso carnal violento, acceso carnal abusivo con una menor de 14 años, y actos sexuales abusivos, todos agravados por la relación familiar.
Amenazas e intimidación
La investigación ha revelado que los abusos comenzaron cuando la víctima tenía apenas 9 años, extendiéndose hasta sus 24 años. Además de los actos sexuales reiterados, se ha documentado que el acusado intimidaba a su hija, amenazándola con causar daño a su madre si revelaba lo que estaba sucediendo. Un episodio particularmente espantoso se habría producido cuando la joven cumplió 20 años: presuntamente fue embarazada por su propio padre y llevada a un motel donde se le practicó un aborto clandestino.
Los efectos devastadores de estos abusos se han manifestado en la salud mental de la víctima, quien ha intentado quitarse la vida en varias ocasiones y ha requerido atención médica recurrente.
Macabros episodios
Además, se evidenció que presuntamente el procesado intimidaba a su hija amenazándola que mataría a su progenitora si llegaba a contarle algo de lo que sucedía. Así mismo, cuando la víctima cumplió 20 años, al parecer, fue embarazada por su padre y presuntamente la llevó a un motel donde le practicó un aborto clandestino, haciéndole consumir unas pastillas abortivas. Todos estos episodios de violencia sexual llevaron a que la víctima ingresara varias veces a centros de salud por intentos de suicidio. Con los elementos materiales probatorios y evidencia física, funcionarios del CTI, junto a uniformados de la Sijin de la Policía Nacional, cumplieron una orden de captura emitida por un juzgado penal de Ipiales, al detener al docente en la institución educativa donde trabajaba. Durante las audiencias concentradas, el padre de familia no aceptó los cargos imputados.