A FORMAR EN LIDERAZGO

Por: Jorge Arturo Bravo                                      

Porque los líderes nacen, pero también se hacen, y ante la necesidad de ese liderazgo que ayer tuvo nuestro departamento pero que en la actualidad prácticamente no existe, porqué esos líderes se callaron al “empotrerarse en el gobierno de turno” es necesario, lo hemos dicho y lo hemos escrito muchas veces, que es, desde las aulas, donde se debe empezar a inculcar, porque el liderazgo como los valores, no se enseña, ese liderazgo que muchos estudiantes, desde chicos lo llevan por dentro, que solo falta guiarlos y ese, debe ser el compromiso de los maestros; empecemos pues, con esos niños y niñas que ya tienen, desde el hogar, ese “charismata” como decían los griegos, ese “don” que los hace diferentes a los demás niños de su edad, porque serán ellos los sucesores de los congresistas de hoy.

La situación que ha vivido nuestro departamento a través de la historia, aislamiento, infraestructura vial deficiente, llorones y pedigüeños, ha sido el resultado de la falta de verdaderos líderes, y en las aulas los vamos a formar. Tenemos congresistas que les tiembla el pulso y se les resquebraja la voz, y prefieren callar, antes que exigir al gobierno central, desde los recintos de la Cámara o del Senado, mayor atención y respeto para nuestro departamento.

Ya es hora -decíamos los columnistas de Diario del Sur, reunidos con nuestro Director-, de empezar a “sacudir” el quehacer de nuestros congresistas; labor que también corresponde al periodismo local y regional, utilicemos la pluma y los micrófonos, no para alabar sino para comenzar a cuestionar, para juzgar, a esos congresistas que, no obstante, su incapacidad, ya buscan la reelección.

Congresistas que han sido tibios, débiles y timoratos, salvo una excepción, -pero una sola golondrina no hace verano -decía mi abuelita-, para legislar y para exigir, con gallardía, con vehemencia y sin miedo, las verdaderas reivindicaciones que el pueblo de Pasto y de Nariño necesitan.

 Que ojalá los consejeros de juventud, próximos a elegirse, tengan la visión y el carisma necesarios para empezar a “llamar a cuentas” a nuestros beneméritos congresistas, porque también los jóvenes han sido víctimas de la deficiente labor legislativa