Hoy, 28 de diciembre de 2025, se cumplen diez años desde que el mundo del rock perdió a Lemmy Kilmister, el icónico líder de Motörhead. Con su voz ronca, su bajo atronador y una actitud inquebrantable, Lemmy encarnó el espíritu rebelde del heavy metal, dejando una huella imborrable en generaciones enteras.
El legado de una leyenda
Lemmy falleció en 2015 a los 70 años, apenas dos días después de recibir un diagnóstico de cáncer agresivo. La autopsia reveló que las causas fueron cáncer de próstata, arritmia cardíaca e insuficiencia cardíaca congestiva. Su partida dejó un vacío enorme, pero también un legado musical que sigue vivo en himnos como Ace of Spades.
Su funeral se realizó el 9 de enero de 2016 en el Forest Lawn Memorial Park de Hollywood y fue transmitido en vivo por YouTube, con más de 230 mil espectadores conectados para despedirlo.
Influencia y amistades
Motörhead fue inspiración para miles de bandas, entre ellas Metallica, que siempre reconocieron a Lemmy como una de sus mayores influencias. En homenaje, grabaron versiones de canciones de Motörhead en su disco Garage Inc..
Entre sus amistades destacadas, su relación con Brian May de Queen fue especial. Aunque no eran íntimos, colaboraron en el álbum Bad Magic de 2015, donde May aportó su guitarra en una versión de The Devil.
Un símbolo cultural
Más allá de la música, Lemmy se convirtió en un símbolo cultural del rock. Su imagen, sus frases y su forma de vivir reflejaban autenticidad y una vida sin concesiones. Con Motörhead marcó a varias generaciones de metaleros en todo el mundo, consolidándose como una figura legendaria del heavy metal.
Diez años después
A una década de su partida, Lemmy sigue siendo recordado como un artista que vivió fiel a sus principios y que transformó el rock con su estilo único. Su influencia permanece en cada riff, en cada escenario y en la memoria de quienes encontraron en su música un refugio y una bandera de rebeldía.

