Víctor Rivas

A ajustarse el cinturón

POR: Víctor Rivas Martínez.

Terminadas las fiestas, cuando aún estamos matando el guayabo que nos dejaron los carnavales, que nos permitieron dar rienda suelta a todos nuestros deseos de olvidar las fatídicas secuelas que nos dejó la pandemia, el año que comienza nos recibe con una cascada de alzas que a todos nos tiene cabezones.

En primer lugar, dice el DANE, que la inflación llegó a diciembre del año pasado al 13.51%. El más alto de las últimas dos décadas. Esto significa que el reajuste salarial que fue del 16% para el año 2023, ya está afectado por ese 13.51%, quedando únicamente un 2.49%, de incremento real, que representan $28.884 mensuales; menos de mil pesos diarios.  Este valor es insignificante frente a la escalada alcista de los artículos de primera necesidad, los cuales se encuentran por las nubes, tal como lo indican las estadísticas oficiales.

Se entiende por inflación, el proceso de incremento de los precios, por efecto de un aumento de la demanda de productos y servicios, que genera una pérdida del poder adquisitivo del dinero, para comprarlos o hacer uso de ellos.

El incremento de los precios afecta a todos los estratos de la población, con mayor énfasis a los estratos de menor poder adquisitivo, como los de uno, dos y tres, quienes tradicionalmente pagan arrendamiento, tienen limitado presupuesto para alimentación, vestido y transporte público; sin contar los servicios públicos que están por las nubes.

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De igual forma la inflación afectará los bolsillos de las capas altas de la población a quienes viajar en avión, llegar a hoteles de 4 o 5 estrellas, ir a restaurantes de estrato 5 y gozar de medicina prepagada, o pagar la matrícula de sus hijos en universidades privadas, utilizar el carro particular y pagar peajes, también les resultará más costoso.

Veamos algunos ejemplos de los incrementos que se nos vienen: Gasolina $400 mensuales. Peajes 13,12%. Transporte público el 12.53%. SOAT, 11.7%. Tiquetes aéreos 40%. Seguridad social 16%. Servicios de salud 16%. Créditos bancarios hasta el 43%. Alimentos 30%. Así las cosas, no hay otra que ajustarse el cinturón.